Te sumergirás en el mundo del sumo en Tokio con asientos reservados para el torneo, un guía local en inglés que comparte historias y consejos, tiempo para probar snacks del estadio (el yakitori es imprescindible) y muchas oportunidades para preguntar o simplemente absorber la energía a tu alrededor. No es solo ver, es sentir que formas parte de algo grande por una tarde.
Para ser sincero, antes de venir a Tokio solo había visto sumo por la tele. Pero al caminar con nuestra guía—se llamaba Yuki, llevaba una bufanda muy llamativa—hacia el estadio Kokugikan, algo cambió en mí. Afuera se sentía un murmullo bajo, gente haciendo fila con cajas bento y niños pequeños ya ondeando banderas. Yuki nos entregó las entradas justo al lado del río (muy fácil), y empezó a contarnos sobre los rituales de los luchadores y por qué todos parecían tan serios pero a la vez emocionados. Incluso nos señaló qué banderas correspondían a cada establo—detalles que solo notas si vas con alguien que sabe.
Dentro del estadio olía a brochetas de pollo frito y salsa de soja dulce—no pude resistirme y compré yakitori antes de encontrar nuestros asientos en el segundo piso. La vista superó mis expectativas; se veía cada pisotón y lanzamiento de sal. La multitud guardaba silencio un momento antes de cada combate, y luego estallaba en vítores cuando alguien hacía una gran jugada. En un momento intenté decir “yokozuna” bien y Yuki se rió—mi acento estaba fatal. Pero ella siguió explicando entre combates, como que algunos luchadores tienen clubes de fans que llevan banderas especiales o snacks. Eso hizo que todo se sintiera menos como ver un deporte y más como ser parte de un secreto local.
Todavía recuerdo ese instante cuando la luz del sol entró justo en el ring por las ventanas altas, con polvo flotando mientras dos gigantes se enfrentaban. Nos quedamos hasta la tarde—el tiempo se desvaneció—y, honestamente, no quería irme todavía. Si te interesa el sumo en Tokio y quieres entender qué pasa realmente (no solo quedarte mirando a hombres enormes), esta excursión vale mucho la pena. Además, tener a alguien que te explique esas tradiciones hace que la experiencia se quede contigo mucho más tiempo.
Los torneos principales en Tokio son tres veces al año: enero, mayo y septiembre.
El torneo se lleva a cabo en el estadio Kokugikan Sumo en Ryogoku, Tokio.
No, la comida y bebida no están incluidas, pero se pueden comprar dentro del estadio.
Sí, los niños son bienvenidos. Los menores de 3 años entran gratis pero deben sentarse en tu regazo.
Tu guía de habla inglesa te entregará la entrada con asiento reservado en el punto de encuentro el día del tour.
Sí, se pueden guardar cochecitos en el estadio, pero no se pueden subir a los asientos.
La caminata desde el Ryogoku River Center hasta el estadio Kokugikan dura unos 2 minutos.
La visita al Museo del Sumo está prevista, pero puede cancelarse si hay mucha gente.
Tu día incluye entrada con asiento reservado o en box en el estadio Kokugikan (normalmente en el segundo piso), un guía local en inglés que te recibe en el Ryogoku River Center y acompaña al grupo al estadio mientras comparte la historia del sumo, además de explicaciones durante los combates para que no te pierdas ninguna tradición o detalle que hace único al sumo.
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