Recorrerás los barrios más vibrantes de Tokio con un guía local — entrando en bares con humo en Memory Lane, viendo la Cabeza de Godzilla sobre Kabukicho, haciendo una pausa tranquila en el Santuario Hanazono y abriéndote paso por los famosos callejones de Golden Gai. Prepárate para risas, nuevos amigos y esos momentos inesperados que nunca olvidas.
Lo primero que pasó fue que nuestro guía, Kenji, se rió cuando intenté pedir una cerveza en uno de esos bares diminutos de Memory Lane. Me dijo que mi acento hacía que sonara como si pidiera “sopa fría”, lo que rompió el hielo con todos los que estaban apretados ahí — hasta el viejito con gorra azul me sonrió. El aire olía a brochetas de pollo a la parrilla y humo de cigarro (yo ni fumo, pero encajaba perfecto). Se escuchaban choques de vasos y ese murmullo bajo de Tokio por la noche que nunca se apaga.
No esperaba que el Santuario Hanazono fuera tan tranquilo, escondido entre todo ese caos — faroles brillando contra la oscuridad, un par de personas inclinándose en silencio antes de volver a la locura de Shinjuku. Kenji nos contó que los locales vienen aquí a pedir suerte antes de una gran noche. Y de repente estábamos de vuelta en el torbellino de neones, atravesando Kabukicho donde cada cartel brilla más fuerte que el anterior. La Cabeza de Godzilla apareció sobre un edificio justo cuando alguien cerca empezó a poner música pop en el móvil; todo parecía raro pero a la vez normal.
Después llegamos a Golden Gai — esos callejones son tan estrechos que tienes que abrirte paso entre extraños para avanzar. Cada bar tiene su rollo; uno con jazz, otro lleno de carteles de películas de los 80. Intenté decir “salud” en japonés (Kanpai!) y seguro lo dije mal porque Li, otra viajera, se echó a reír. Terminamos charlando con un barman que lleva viviendo aquí desde antes de que muchos de estos sitios se reconstruyeran tras incendios hace años. Hay algo en sentarte hombro con hombro con locales y viajeros que te hace olvidar lo lejos que estás de casa. Aún ahora recuerdo esa luz de farol reflejada en el suelo mojado fuera de Golden Gai — se queda contigo.
Sí, todas las zonas y superficies de este tour son accesibles para silla de ruedas.
Sí, el itinerario incluye tanto Golden Gai como Memory Lane (Omoide Yokocho) en Shinjuku.
Sí, hay una parada para ver la famosa Cabeza de Godzilla en Shinjuku.
Sí, un guía local te acompaña durante toda la experiencia.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse y usar cochecitos si es necesario.
No, no incluye comida ni bebida; solo está cubierto el costo del guía.
Las paradas están muy cerca dentro de Shinjuku; las distancias a pie son cortas.
Tu noche incluye un guía local amigable que te lleva por el distrito Kabukicho de Shinjuku, las calles de bares de Golden Gai, los callejones de Memory Lane, el Santuario Hanazono para un respiro tranquilo entre el bullicio — y claro, también verás la Cabeza de Godzilla. Todo el acompañamiento está incluido; comida y bebida no forman parte del paquete.
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