Adéntrate en callejones iluminados por faroles en Shinjuku con un guía local que conoce a todos los bartenders. Prueba yakitori recién hecho en Omoide Yokocho, recorre las luces salvajes de Kabukicho y entra en un bar de Golden Gai para tomar algo e incluso cantar karaoke. Más que ver sitios, es sentir el verdadero ritmo nocturno de Tokio.
Para ser sincero, al principio estaba nervioso. Shinjuku tiene una energía única: carteles luminosos por todos lados, gente moviéndose en todas direcciones, olores a pollo a la parrilla mezclados con humo de cigarro en el aire. Pero nuestro guía, Kenji, solo sonrió y nos llamó desde la ramen-ya. Nos metimos en Omoide Yokocho — el Callejón de los Recuerdos — donde las farolas iluminaban tenue y los viejos reían con vasos diminutos. Probé yakitori por primera vez (la piel estaba crujiente y salada), y alguien a nuestro lado empezó a cantar bajito. No esperaba que fuera tan... acogedor, aunque éramos completos desconocidos.
Kenji conocía a todos. Nos señalaba qué bares llevaban ahí desde los años 50 y cuáles eran solo para locales — aunque desde fuera todos parecían puertas secretas. Después paseamos por Kabukicho, que honestamente parecía otro mundo: neón por todos lados, música escapando de puertas abiertas, parejas escondiéndose en callejones. Nos contó su historia como barrio rojo de Tokio y cómo está cambiando ahora. Quise sacar una foto pero mi móvil se empañó por la lluvia (clásico en mí). Así que no todos los momentos fueron perfectos para fotos, pero eso lo hizo aún mejor.
La última parada fue Golden Gai. Son callejones estrechos llenos de bares apilados uno encima del otro — algunos apenas caben cinco personas. Kenji nos llevó a uno donde el barman asintió sin decir mucho y nos sirvió algo fuerte (todavía no sé qué era). Alguien empezó un karaoke en japonés; todos nos reímos cuando intenté unirme. Tenía esa sensación de que no podías planear nada, solo dejar que Tokio te sorprendiera.
Sí, todas las zonas y superficies del tour son accesibles para sillas de ruedas.
El punto de encuentro es frente a Kitakata Ramen Bannai, sucursal Omoide Yokocho, cerca de la salida B15 de la estación Shinjuku.
Sí, las tarifas de entrada están incluidas en la reserva.
Se recorren Omoide Yokocho (Callejón de los Recuerdos), Kabukicho y Golden Gai, todos en Shinjuku.
Se menciona probar comida local en izakayas, pero no se especifica si está incluida en el precio.
Sí, los animales de servicio están permitidos.
Sí, hay opciones de transporte público muy cerca.
Tu noche incluye las entradas para cada parada y un guía local que te lleva por los izakayas de Omoide Yokocho, las calles animadas de Kabukicho y a uno de los bares escondidos de Golden Gai — sin preocuparte por perderte o no conocer lugares que pocos visitantes ven.
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