Recorrerás el barrio de geishas de Kanazawa con un guía local, crearás tu propio recuerdo con pan de oro, entrarás en casas samuráis conservadas y disfrutarás de un matcha en los famosos jardines de Kenrokuen. Cada rincón guarda pequeñas sorpresas: callejones tranquilos, muros antiguos bajo tus dedos, y al final, sentirás que has tomado prestados recuerdos de otro tiempo.
Nos desviamos de la carretera principal directo a Higashi Chaya y, la verdad, no esperaba que las casas de madera fueran tan… silenciosas. Yuko, nuestra guía, hablaba en voz baja mientras pasábamos junto a una mujer con un kimono claro; ella nos saludó con un leve gesto pero siguió su camino. Había un aroma suave a té tostado que venía de algún lugar (nunca supe de qué tienda), y en una vitrina brillaban hojuelas de pan de oro. Yuko me dio un pequeño cuadrado para que lo intentara pegar en un papel. Lo hice mal — se me quedó más en los dedos que en el marcador — pero ella se rió y dijo que a todos les pasa la primera vez.
Luego cruzamos hacia el barrio samurái. El aire se sentía más denso, quizá por los muros altos de barro y paja — podías pasar la mano por ellos si querías. Entramos en una antigua casa Ashigaru; el suelo crujía bajo mis calcetines. La guía señaló unas marcas de espada en una viga (¿reales o no? no lo sé, pero me dio escalofríos). Hubo un momento en que todo quedó en silencio salvo por el canto lejano de las cigarras — algo inquietante pero también tranquilo.
Seguía pensando en el jardín Kenrokuen incluso después de irnos. Llegamos justo cuando la luz empezaba a cambiar — aún no era atardecer, pero se sentía más suave. La gente se movía despacio; un anciano barría el musgo de un camino de piedra sin levantar la vista. Yuko nos sirvió matcha en una pequeña casa de té junto al estanque. Tenía un sabor herbáceo y amargo, pero después de tanto caminar, sabía perfecto. Aún recuerdo esa vista al otro lado del agua con el castillo de Kanazawa al fondo. Todo duró solo cuatro horas, pero fue como deslizarse a otra época por una tarde.
El tour dura unas 4 horas desde la recogida hasta la devolución.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en tu reserva.
Sí, tanto Higashi Chaya (barrio de geishas) como el distrito samurái forman parte del recorrido.
Sí, Kenrokuen es una de las paradas principales durante el tour.
Podrás disfrutar de auténtico té verde matcha o hacer breves paradas para picar algo en el camino.
Sí, todas las zonas y el transporte son accesibles para sillas de ruedas.
Sí, los bebés y niños son bienvenidos; se permiten cochecitos y sillas de paseo.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en cualquier punto del centro de Kanazawa, un guía profesional en inglés que conoce todos los atajos por esas callejuelas, entrada a casas históricas (con opción de trabajar el pan de oro si quieres), tiempo para té o snacks durante el recorrido, y apoyo de personal nativo en inglés si necesitas algo antes o después de tu paseo por el Japón antiguo.
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