Podrás ver cómo era la vida en Gunkanjima sin salir de Nagasaki. Ideal si te interesa la historia industrial de Japón o simplemente quieres vivir algo diferente bajo techo, llueva o haga sol.
Al entrar al Museo Digital de Gunkanjima, sentí que viajaba en el tiempo. El aire estaba fresco, casi frío comparado con el calor húmedo de las calles de Nagasaki. Las pantallas mostraban viejas imágenes en blanco y negro, y si prestabas atención, casi podías escuchar el lejano ruido de los carros mineros. Nuestro guía, el señor Sato, creció cerca y nos contó historias sobre su tío que trabajó en la isla. Señaló una foto desgastada de un grupo de mineros, explicando cómo las familias vivían apiñadas en pequeños apartamentos justo al otro lado de ese estrecho tramo de mar.
Las exhibiciones digitales eran sorprendentemente vívidas. Un momento estábamos viendo un mapa 3D de la isla Hashima —que los locales llaman Gunkanjima o “Isla Acorazado”— y al siguiente, nos envolvían sonidos de máquinas y voces de hace décadas. Incluso hay un espacio donde puedes tocar un casco antiguo de minero; todavía huele un poco a aceite y polvo. Los niños estaban pegados a las pantallas interactivas, mientras los adultos se detenían a leer recortes de periódicos de la era Meiji. No había prisa; la mayoría se tomaba su tiempo para captar detalles que se pierden en un tour rápido en barco.
¡Sí! Hay muchas exhibiciones interactivas que mantienen a los niños entretenidos, además de imágenes y actividades para tocar.
La mayoría de los visitantes se queda entre 1 y 2 horas, pero puedes recorrerlo a tu ritmo, sin prisas.
Claro, el museo está cerca de paradas de tranvía y líneas de autobús en el centro de Nagasaki.
Tu entrada incluye acceso completo a todas las exhibiciones digitales del museo. Solo muestra tu voucher en la entrada, sin cargos extras ni reservas adicionales.
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