Nadarás en pozas azules salvajes en Secret Falls con tu guía local animándote, te columpiarás sobre el agua en cuerdas y luego subirás Dunn’s River Falls de la mano con nuevos amigos. Prepárate para salpicaduras frías, risas que resuenan entre los árboles y recuerdos que querrás contar mucho después de secarte.
Lo primero que recuerdo es el sonido—como si alguien hubiera dejado un grifo abierto en la selva, pero más fuerte y salvaje. Acabábamos de llegar a Chuck Norris Secret Falls (los locales lo llaman Blue Hole, que le queda mejor), y nuestro guía Devon sonreía como si supiera lo que venía. El aire olía a verde—si eso tiene sentido—y sentí una fresca bruma en los brazos antes de acercarnos. Devon me pasó una cuerda y dijo, “¿Listo?” No estaba seguro, pero salté igual. El agua estaba más fría de lo que esperaba, pero para bien.
No soy mucho de lanzarme desde acantilados, pero todos lo hacían y, la verdad, es imposible no contagiarse. Hay algo especial en ver cómo extraños se convierten en compañeros mientras todos esperan su turno para el columpio Tarzán—una mujer de Kingston gritó tan fuerte cuando su amiga se soltó que los pájaros salieron volando de los árboles. Las pozas tienen un azul tan intenso que parece irreal hasta que estás nadando en ellas. Mis piernas temblaban después del segundo salto (no me juzgues), pero Devon se rió y dijo, “Te vas a calentar en Dunn’s.”
Dunn’s River Falls está a unos 20 minutos en van, pero parece otro mundo—más concurrido, con familias agarradas de la mano subiendo los escalones de piedra caliza bajo toda esa agua que cae. Nuestro grupo se mantuvo unido sobre todo porque no queríamos perder a Devon; él nos señalaba dónde las rocas se ponían resbalosas (“pisar aquí, no allá”) y nos contó que antes los locales hacían picnic en la cima antes de que se hiciera famoso. En un momento dejé de subir y solo escuché—el rugido de la cascada, niños gritando río abajo, alguien tocando reggae desde un teléfono dentro de una bolsa plástica. Es ruidoso pero también tiene su paz si dejas que la mente se relaje.
Al final estaba empapado y con hambre (lleva snacks), pero cada vez que veo fotos de Jamaica recuerdo ese primer salto en Blue Hole. Hay algo en compartir esos momentos con gente que acabas de conocer—quizá eso es lo que queda.
Está cerca de Ocho Ríos, a unos 20 minutos en van desde Dunn’s River Falls.
Sí, la recogida está incluida como parte de la experiencia del día.
No hace falta cambiarse—puedes llegar listo con tu traje de baño y estar cómodo en ambas paradas.
Sí, las entradas para ambas atracciones están incluidas en tu reserva.
No, requiere buena condición física por las caminatas y subidas.
Sí, pero los pasajeros deben proporcionar detalles del barco al reservar.
Subirás terrazas naturales de piedra caliza guiado o a tu ritmo, con muchas zonas para refrescarte en el camino.
Tu día incluye transporte con aire acondicionado desde tu hotel o puerto de cruceros, entradas para Chuck Norris Secret Falls (Blue Hole) y Dunn’s River Falls, además de la guía de un experto local que conoce cada atajo y lugar seguro.
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