Recorrerás siglos de arte en los Museos Vaticanos, te detendrás bajo los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina y entrarás sin colas en la Basílica de San Pedro. Con un guía local que comparte historias, vivirás momentos que recordarás para siempre, especialmente esa primera mirada al techo.
Al entrar en los Museos Vaticanos, se escuchó un eco suave, casi como un suspiro. Captaba fragmentos de italiano de los guardias, y nuestra guía Marta nos llamó hacia un mapa lleno de huellas. Sonrió y dijo: “Vamos a saltarnos las peores colas”, lo que fue casi un milagro. El aire olía a piedra antigua y cera. Había visto fotos de las estancias de Rafael, pero estar allí con la luz entrando por esas ventanas altas me hizo sentir pequeño frente a tanto color.
Marta tenía el don de hacerte fijar en detalles que normalmente pasarías por alto. Señaló una figura pequeña en un cuadro —“Ese es el mismo Rafael”— y se rió cuando alguien intentó pronunciar ‘Stanze di Raffaello’ (todavía no sé si lo dije bien). Entramos en silencio a la Capilla Sixtina. Estaba llena, pero extrañamente en silencio; todos miraban hacia arriba. Me dolía el cuello de tanto admirar el techo de Miguel Ángel, pero no podía apartar la vista. ¿Sabes cuando piensas que algo tan famoso te va a decepcionar? Aquí no fue así.
Después, entramos a la Basílica de San Pedro sin casi esperar gracias a la entrada prioritaria, y de repente el ambiente se volvió más fresco, casi frío en comparación con afuera. El incienso flotaba en el aire y el mármol estaba por todas partes. La gente susurraba cerca de la Piedad de Miguel Ángel; me quedé allí más tiempo del que pensaba. El lugar es enorme, pero no te engulle. Marta nos dejó tiempo para explorar por nuestra cuenta (me perdí un rato del grupo), lo cual fue perfecto porque a veces solo quieres quedarte quieto y absorber todo.
La visita guiada suele durar unas 3 horas, incluyendo el tiempo en los museos y la capilla.
Sí, este tour incluye acceso prioritario para entrar a la Basílica sin apenas esperar.
Sí, se incluyen auriculares para que escuches al guía claramente incluso en zonas concurridas.
Sí, es obligatorio cubrir rodillas y hombros, tanto para hombres como para mujeres; no se permiten pantalones cortos ni camisetas sin mangas.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito durante la visita.
Si hay cierres por celebraciones religiosas, te contactarán para ofrecerte alternativas si es posible.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la entrada de los Museos Vaticanos.
El tour es adecuado para personas con cualquier nivel de forma física.
Tu día incluye entradas con acceso rápido a los Museos Vaticanos y la Basílica de San Pedro, auriculares para no perder detalle de las explicaciones del guía en lugares concurridos, además de todos los impuestos y tasas incluidos—solo tienes que venir listo para recorrer siglos de arte.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?