En este tour privado sentirás cómo Roma cobra vida: camina donde luchaban gladiadores en el Coliseo, maravíllate con las obras maestras del Vaticano, disfruta de auténtica pasta romana en el almuerzo y observa cómo la luz atraviesa cúpulas milenarias. Es rápido pero lleno de momentos para recordar.
Para ser sincero, me daba un poco de miedo querer ver toda Roma en un solo día. Pero en cuanto nuestra guía, Marta, nos llamó desde fuera del hotel con esa energía cálida y romana, supe que estábamos en buenas manos. La ciudad ya vibraba: vespas pasando a toda velocidad, alguien gritando “¡Attenzione!” a una paloma en la acera. Empezamos por el Coliseo; entrar me puso la piel de gallina. La piedra estaba fría al tacto y casi podía escuchar el rugido de la multitud de hace siglos. Marta nos mostró unos graffitis antiguos, ¡insultos tallados de verdad!—y me reí más de la cuenta para un lugar tan histórico.
El trayecto entre sitios fue magia pura. Nuestro conductor Paolo no paraba de contar cuál fuente tiene el agua más rica (él jura que la de Trevi es la mejor). En un momento hizo un desvío para que viéramos el Panteón justo cuando el sol entraba por ese agujero perfecto en la cúpula—parecía irreal. El almuerzo fue en una trattoria escondida cerca de la Piazza Navona; todavía sueño con ese cacio e pepe y cómo el toque de pimienta era justo el ideal. Charlamos con la hija del dueño, que nos recomendó una heladería local (que por supuesto encontramos después).
Los Museos Vaticanos parecían de otro mundo—tantos colores y voces resonando entre los pasillos de mármol. El techo de la Capilla Sixtina es... bueno, es difícil explicarlo sin sonar exagerado. Marta nos dio espacio para mirar hacia arriba y quedarnos en silencio un rato, algo que valoré más de lo que esperaba. Es curioso cómo en lugares así te sientes pequeño y a la vez lleno de vida. Al final del día, los pies me dolían pero la cabeza me daba vueltas—y para bien.
Sí, recogemos en hoteles céntricos, apartamentos, estaciones de tren, puerto de Civitavecchia o aeropuerto de Fiumicino.
Sí, las entradas y acceso sin colas para el Coliseo y los Museos Vaticanos están incluidos.
Sí, el almuerzo en un restaurante local seleccionado está incluido en la opción completa del tour.
En la zona del Roma Antigua y los Museos Vaticanos se camina bastante; algunas zonas tienen superficies irregulares.
Sí, se pueden adaptar opciones vegetarianas, veganas o sin gluten si se indica al reservar.
El coche es accesible, pero algunos sitios tienen acceso limitado; el Coliseo cuenta con ascensores, aunque no todas las áreas son sin escalones.
El guía adaptará el recorrido con visitas a la Plaza de San Pedro, Castel Sant’Angelo y miradores panorámicos.
Tu día incluye recogida privada en tu hotel o puerto en Roma o Civitavecchia, todas las entradas para el Coliseo (con acceso al Foro Romano) y Museos Vaticanos incluyendo la Capilla Sixtina, visitas guiadas con un experto local, traslados cómodos en coche de lujo entre sitios y un almuerzo tradicional romano en un restaurante seleccionado antes de dejarte donde necesites en Roma.
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