Sube a una Vespa vintage con un conductor local en Roma y recorre lugares como el Coliseo y el Panteón mientras un fotógrafo profesional captura momentos espontáneos. Ríe en la Bocca della Verità, disfruta las vistas del Giardino degli Aranci y vive la auténtica vida callejera romana, con 25 fotos para recordar todo.
Confieso que no esperaba sentir tanta emoción solo con ponerme el casco frente a nuestro punto de encuentro cerca de la Piazza Venezia. La Vespa era de un rojo intenso, clásica, casi un cliché, pero en el mejor sentido. Nuestro conductor, Marco, tenía una risa fácil y me contó cómo los romanos hacen que esquivar el tráfico parezca un ballet. Los primeros minutos fueron un torbellino de vespas zumbando y el aroma a café recién hecho saliendo de las terrazas mientras nos dirigíamos al Coliseo. Verlo en postales es una cosa, pero llegar en dos ruedas es otro tipo de magia. Marco me entregó a Sara, la fotógrafa, y de alguna manera logró que me viera menos torpe frente a esas piedras milenarias de lo que jamás habría logrado solo.
Paramos en el Circo Máximo, donde casi se podía oír el rugido (o tal vez solo era mi imaginación). El césped estaba húmedo por la lluvia de la noche anterior y algunos locales corrían sin prestarnos mucha atención mientras posábamos para las fotos. En el Giardino degli Aranci, Sara me pidió que cerrara los ojos un instante y luego me diera la vuelta; cuando los abrí, Roma se desplegaba bajo mis pies en capas de tejados y cúpulas bajo una luz extrañamente suave. Tomó la foto justo en ese momento, antes de que pudiera siquiera pensar en sonreír bien. Esa terminó siendo mi favorita.
En la Bocca della Verità, Marco me retó a meter la mano en la boca — juró que todos lo hacen, pero él no se atrevió a ser el primero (clásico). Nos reímos tanto que una pareja que pasaba se detuvo a vernos intentar no mostrar nervios. El tour siguió su curso — el Vittoriano brillando blanco contra el cielo, la Piazza Venezia llena de bocinas y gestos con las manos (los romanos realmente hablan con las manos), y finalmente terminamos cerca del Castel Sant’Angelo, donde músicos callejeros tocaban algo lento y antiguo. No dejaba de pensar en lo distinto que se siente Roma cuando no solo caminas, sino que la recorres deslizándote — el viento en la cara, los sonidos de la ciudad girando a tu alrededor.
El recorrido dura varias horas, permitiéndote visitar varios sitios icónicos de Roma con paradas para fotos.
El itinerario pasa por el Coliseo, Circo Máximo, Giardino degli Aranci, Bocca della Verità, Vittoriano, Piazza Venezia, Panteón, Castel Sant’Angelo y el mirador Belvedere del Gianicolo.
Sí, un fotógrafo profesional te acompaña en las paradas para tomar 25 fotos de alta calidad en distintos lugares.
No; un conductor local experto maneja la Vespa mientras tú disfrutas como pasajero.
No se menciona recogida en hotel, pero hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro.
Sí; todos los participantes usan casco durante el recorrido.
No, no se incluyen comidas en esta experiencia.
No se recomienda para embarazadas ni personas con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
Tu día incluye transporte gratuito por Roma en una Vespa vintage conducida por un experto local (no necesitas conducir), casco para seguridad durante todo el recorrido, paradas en sitios principales como el Coliseo y el Panteón, además de joyas escondidas como el Giardino degli Aranci—y recibirás 25 fotos profesionales antes de volver a la vida urbana.
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