Saborea Palermo con un guía local mientras recorres sus mercados llenos de vida, probando clásicos como panino ca meuza, arancina, sfincione, cannoli y granita. Risas, dedos pegajosos y relatos que no encontrarás en ningún folleto. Este tour en grupo pequeño es tanto sobre sentirte parte de Palermo como sobre comer hasta quedar satisfecho.
No sé por qué pensé que me daría vergüenza probar el bazo en Palermo, pero cuando nuestro guía Marco me pasó ese panino ca meuza, simplemente me lancé. El mercado estaba lleno de ruido — vendedores gritando, scooters pasando entre la gente — y el aroma a aceite frito mezclado con algo dulce que no lograba identificar. Marco sonrió cuando dudé y dijo: “Confía en mí, esto es el verdadero Palermo.” Era una textura masticable y llena de sabor, nada de lo que esperaba. ¿La verdad? No fue mi bocado favorito del día, pero me alegro de haberlo probado.
Recorrimos calles estrechas donde la ropa colgada se movía con el viento y la gente charlaba rápido en dialecto siciliano. Cada parada se sentía como un secreto que un amigo te comparte — especialmente cuando probamos sfincione de un hombre que, según nos contó Marco, lleva vendiéndolo desde antes de que él naciera. El pan estaba tibio y esponjoso, cubierto con tomate y cebolla. Tenía las manos pegajosas después de la arancina (aún se me hace agua la boca solo de pensar en esa capa crujiente), y alguien del grupo logró derramar granita en su camisa — lo que provocó risas hasta en la señora mayor de la mesa de al lado.
Lo mejor no fue solo la comida, sino cómo Marco contaba historias entre bocado y bocado — sobre su abuela preparando panelle o cómo los cannoli siempre deben rellenarse en el último momento para que la cáscara se mantenga crujiente. Cambiaba sin esfuerzo entre inglés e italiano, y cada poco se detenía para saludar a alguien que conocía (parecía cada cinco minutos). Al final, sentado con un café y ese cannolo increíble, sentí que había descubierto un Palermo que no aparece en las guías. El sol empezaba a esconderse tras las cúpulas de las iglesias justo cuando terminábamos — un momento perfecto, sin duda.
Probarás panino ca meuza (bocadillo de bazo), panino con panelle y crocchè, sfincione (pizza siciliana), arancina de arroz, cannoli y granita siciliana.
Sí, el tour incluye la comida con varias degustaciones de diferentes platos típicos sicilianos durante el paseo.
Sí, un guía local acompaña al grupo pequeño por el centro histórico de Palermo.
Hay opciones vegetarianas si se solicitan al reservar; por favor avisa con antelación tus necesidades dietéticas.
El tour acepta solo grupos pequeños para mantener una experiencia cercana e interactiva.
Se incluye agua embotellada para todos los participantes durante el recorrido.
El tour siempre se ofrece en inglés e italiano; otros idiomas pueden estar disponibles bajo petición.
Se permiten bebés y niños pequeños; se aceptan cochecitos y hay asientos especiales para bebés disponibles.
Tu día incluye un paseo guiado por el centro histórico de Palermo con un experto local, muchas degustaciones de comida callejera siciliana (como arancina, sfincione, cannoli), agua embotellada para mantenerte hidratado entre bocados, además de café o té en una de las paradas—la comida está cubierta con estas degustaciones, así que no te quedarás con hambre.
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