Recorrerás las calles serpenteantes de Lecce con un guía local que conoce cada atajo y parada para picar. Disfruta de rusticos calentitos, pasticciotto recién horneado y crujientes tarallini mientras pasas por iglesias barrocas y plazas llenas de vida. No es solo probar, es sentirte parte de la ciudad por una tarde.
Acabábamos de pasar bajo la Porta Napoli cuando me llegó un aroma a mantequilla — no el típico olor de restaurantes elegantes, sino más bien como el de una cocina casera a las 10 de la mañana. Nuestro guía, Matteo, sonrió y nos entregó unos rusticos calentitos. Me quemé un poco la lengua (clásico en mí), pero ¿sabes qué? Esa mozzarella derretida con tomate y esa salsa cremosa que no supe identificar… podría haberme comido tres. La plaza detrás de nosotros vibraba con locales esquivando bicicletas y charlando con ese estilo tan italiano, gesticulando con las manos por todos lados.
Matteo no paraba de señalar detalles que yo habría pasado por alto — la fachada ondulada de una iglesia (la llamó “Barroco Leccese”, intenté repetirlo en voz alta y no lo conseguí). Caminamos por callejones estrechos donde la ropa tendida colgaba sobre nuestras cabezas, y la luz del sol se colaba creando patrones curiosos. En la Piazza Duomo, se detuvo para que simplemente escucháramos: campanas resonando contra la piedra, alguien afinando una guitarra cerca. No esperaba sentirme tan… en paz aquí. Como si el tiempo se hubiera detenido un momento.
La excursión por el casco antiguo de Lecce no fue solo comida, aunque el pasticciotto con su relleno cremoso sigue rondando mis sueños (me llevé uno extra para después — sin arrepentimientos). Encontramos una tiendita diminuta donde probamos tarallini; esos aros crujientes que te dejan las manos impregnadas de aceite de oliva. Matteo bromeó que son adictivos — y no iba nada desencaminado. Y aunque no entramos en todos los sitios, estar junto al Anfiteatro Romano mientras él contaba historias de gladiadores se sintió muy real. Así que sí, si estás pensando en un tour de comida callejera en Lecce, no te saltes el desayuno antes.
El tour dura aproximadamente 2 horas y 30 minutos.
Sí, se puede adaptar para vegetarianos si lo indicas al reservar.
No, este tour no incluye entradas a los monumentos.
Sí, todas las zonas y superficies son accesibles para silla de ruedas.
Probarás rusticos, quesos locales, tarallini y pasticciotto.
El tour comienza cerca de la Porta Napoli, en el casco antiguo de Lecce.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse y usar cochecito o carrito.
Tu día incluye un paseo guiado por el centro histórico de Lecce con paradas para degustar varias especialidades callejeras como rusticos y pasticciotto; hay opciones vegetarianas si las pides al reservar. La ruta es totalmente accesible para silla de ruedas y el transporte público está cerca — solo avisa tus necesidades con antelación.
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