Recorrerás las callejuelas de Assisi con un guía local, verás ruinas romanas convertidas en viviendas, te detendrás bajo los arcos rosados de la Basílica de Santa Clara y escucharás historias frente a la Basílica de San Francisco. Ríe, sorpréndete y guarda momentos que perduran mucho después de irte.
Lo primero que me llamó la atención fue la sensación de las piedras bajo mis zapatos: lisas y gastadas, casi suaves, como si las hubieran pisado durante siglos (que, en realidad, así es). Nuestra guía Paola nos hizo señas desde un pequeño arco que formaba parte de un antiguo anfiteatro romano. Nos contó cómo, hace mucho tiempo, se convirtió en un barrio más —¿te imaginas crecer donde luchaban gladiadores?—. Aún se olía el pan recién horneado cerca; me entró hambre antes de empezar siquiera.
Me quedaba atrás en esas callejuelas estrechas, tratando de absorber cada detalle: el brillo rosado de la piedra de Subasio en la Basílica de Santa Clara y cómo los locales se saludaban con un leve gesto. Paola señaló la Catedral de San Rufino y explicó que el perfil de Assisi es una mezcla curiosa de torres medievales y templos antiguos. En la Piazza del Comune, un café estallaba en charlas mientras las columnas del templo de Minerva dominaban el lugar. Un perro ladró a unas palomas y a nadie pareció importarle.
Por fin llegamos a la Basílica de San Francisco. Por fuera parece sencilla si no sabes qué buscas, pero dentro (cuando se puede entrar con guía) los frescos son tan antiguos que casi puedes oler el polvo en el aire. Los colores de Giotto están desvaídos, pero eso los hace aún más vivos. Paola tuvo que explicarnos desde afuera, porque no siempre permiten tours dentro —se encogió de hombros y dijo “Assisi tiene sus propios ritmos”. Me gustó esa frase.
Sigo recordando la vista hacia la Rocca Maggiore, cómo todo parecía a la vez tranquilo y lleno de vida. Caminar estas calles con alguien que conoce cada historia hace que Assisi deje de ser una postal para convertirse en un lugar donde podrías quedarte una tarde... o quizás más.
El recorrido suele durar entre 2 y 3 horas, según el ritmo del grupo y las preguntas.
La entrada es por cuenta propia; las explicaciones guiadas dentro a veces se limitan por eventos religiosos o exposiciones especiales.
El punto de encuentro es el aparcamiento Matteotti (actualmente sin plazas por reformas).
El tour es en inglés con un guía oficial local.
Sí, hombres y mujeres deben cubrir hombros y rodillas; no se permiten shorts ni camisetas sin mangas.
Sí, es accesible para todos, aunque incluye caminar por calles empedradas.
Visitarás la Basílica de San Francisco, Basílica de Santa Clara, Catedral de San Rufino, Chiesa Nuova, Piazza del Comune y el templo de Minerva.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del punto de encuentro en Assisi.
Tu día incluye un guía oficial de habla inglesa que te llevará por las calles históricas y basílicas de Assisi; la mayoría de sitios no requieren entrada, pero ten en cuenta que las explicaciones guiadas dentro de la Basílica de San Francisco pueden estar limitadas en ciertas fechas o eventos religiosos. Si es así, recibirás la explicación afuera antes de entrar por tu cuenta.
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