Viaja desde Tel Aviv por el desierto de Judea con un guía local, sube en teleférico a la antigua fortaleza de Masada, visita las cuevas donde se encontraron los Rollos del Mar Muerto en Qumrán y flota en las aguas saladas del Mar Muerto. Prepárate para momentos de asombro y risas, con recogida en hotel para empezar sin complicaciones.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente estar donde los antiguos rebeldes hicieron su última resistencia? Así comenzó nuestro día: saliendo de Tel Aviv justo después del amanecer, mientras la ciudad aún despertaba. Nuestro guía, Avi, tenía esa habilidad de señalar detalles que yo nunca habría notado: cabras caminando por las colinas, un destello de verde en Ein Gedi que parecía casi irreal entre tanto desierto beige. El desierto de Judea no está en silencio del todo — se escucha el viento y a veces se percibe un olor mineral y punzante en el aire. No dejaba de pensar en cuántas personas habrán cruzado estas mismas rutas a lo largo de los siglos.
El teleférico hasta Masada fue más rápido de lo que esperaba (no soy fan de las alturas, pero terminó antes de que me diera miedo). Arriba, Avi nos contó historias sobre el rey Herodes que no parecían sacadas de un libro de historia, sino más bien chismes que se han transmitido de generación en generación. Las piedras estaban cálidas al tacto. Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio al borde del acantilado, mirando hacia el Mar Muerto; hasta los niños dejaron de moverse. Es difícil de explicar, pero se siente el peso de todo lo que pasó ahí.
Luego paramos en las Cuevas de Qumrán — la verdad, no sabía mucho más que “los Rollos del Mar Muerto”, pero ver esos acantilados polvorientos de cerca lo hizo todo más real. El almuerzo fue rápido (falafel y dedos pegajosos), y después nos dirigimos al Mar Muerto. La sal pica si tienes alguna herida — nadie te advierte suficiente sobre eso — pero flotar es tan raro y divertido como dicen. Algunos se untaban barro en los brazos; yo también lo intenté y seguro me veía ridículo. El sol ya caía fuerte, reflejándose en todo lo blanco y brillante. Volvimos cansados y con arena por todas partes, mientras Avi tarareaba una canción antigua. Aún a veces me viene a la mente esa vista desde Masada — se te queda grabada sin avisar.
Este tour de día completo suele durar unas 10 horas, incluyendo los traslados entre los lugares.
Sí, el tour privado incluye recogida y regreso a hoteles en Tel Aviv.
El tour incluye transporte y guía profesional; el almuerzo no está especificado como incluido.
Sí, los bebés pueden ir en cochecitos o asientos especiales; el tour es accesible para sillas de ruedas.
Recomendamos llevar calzado cómodo, traje de baño, agua, toalla y protección solar.
Tu día incluye transporte con aire acondicionado y recogida y regreso en hotel en Tel Aviv, un guía privado profesional durante todo el recorrido por el desierto de Judea y de vuelta — además de tiempo suficiente para explorar las ruinas de Masada y flotar en el Mar Muerto antes de volver a casa cansado pero feliz.
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