Caminarás por la historia viva en esta excursión al Monte de los Olivos—jardines milenarios, santuarios sagrados y relatos que aún resuenan hoy. Si quieres ver Jerusalén con ojos locales y entender por qué estos lugares significan tanto para tanta gente, esta es tu oportunidad.
Sabes que estás en un lugar distinto en cuanto sales cerca del Monte de los Olivos. El aire se siente un poco más seco aquí arriba, y si lo captas en primavera, hay un leve aroma a tomillo silvestre. Nuestra guía, Yael, nos esperaba junto a la carretera principal—creció cerca y parecía conocer cada atajo y cada historia. Primera parada: el Jardín de Getsemaní. Es más pequeño de lo que imaginaba, pero esos olivos milenarios parecen haberlo visto todo. Por un momento, entre ellos, se escuchan los pájaros por encima del ruido de la ciudad. Yael señaló el lugar donde, según la tradición, Jesús oró antes de ser arrestado. Había algunos peregrinos leyendo en silencio pequeños libros de oración bajo los árboles.
Luego subimos hacia la Iglesia de la Ascensión. El edificio es sencillo pero con muchas capas—primero cristiano, luego usado como mezquita. Dentro hay una piedra que los locales dicen que conserva la última huella de Jesús en la tierra. Se llena al mediodía, así que fuimos temprano y la tuvimos casi para nosotros, salvo un hombre mayor barriendo hojas afuera que nos saludó con un gesto.
La Tumba de la Virgen María está abajo, en el Valle del Cedrón, al pie del monte—un lugar fresco y oscuro con escaleras que bajan al subsuelo. Las velas parpadean por todas partes y huele a incienso mezclado con piedra antigua. La gente deja flores o fotos en las barandillas; se siente algo personal, no solo histórico.
Por último, el Cementerio Judío—extendiéndose por la ladera con filas y filas de piedras pálidas. Yael explicó que algunas tumbas tienen siglos de antigüedad; incluso señaló una que pertenece a un rabino famoso de las historias de su infancia. La vista hacia la Ciudad Vieja de Jerusalén es impresionante—entendías por qué tanta gente quería ser enterrada aquí.
Por supuesto—se trata tanto de historia y cultura como de fe. Nuestra guía compartió historias de todos los orígenes.
Hay algunas cuestas y escaleras, pero hicimos pausas frecuentes; la mayoría lo lleva bien sin importar su nivel físico.
¡Sí! Hay autobuses cerca y nuestra guía dio indicaciones claras para los puntos de encuentro si vienes desde el centro de Jerusalén.
Esta excursión guiada incluye un guía local experto (el nuestro fue fantástico), transporte cómodo con aire acondicionado entre los sitios, además de tiempo suficiente en cada parada para fotos o momentos de tranquilidad si los deseas.
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