Verás St. Thomas con ojos locales—paseo privado, historias auténticas y consejos útiles de tu guía. Perfecto para grupos que buscan comodidad y flexibilidad mientras exploran lo mejor de la isla.
El aire se sentía cálido y salado cuando subimos a nuestra van justo afuera del hotel—sin esperas, solo un saludo rápido de nuestro conductor, Marcus, que creció aquí en St. Thomas. Tenía esa manera sencilla de contar historias, mezclando datos sobre los antiguos edificios daneses y dónde encontrar los mejores johnnycakes (él jura que cerca de Market Square hay un lugar insuperable). El viaje fue suave, el aire acondicionado susurrando, las ventanas enmarcando destellos de agua turquesa y esas empinadas colinas verdes que parecen sacadas de una postal.
Hicimos una parada rápida en Moe’s Fresh Market—Marcus dijo que es inteligente comprar snacks o bebidas antes de ir al centro, porque luego se pone muy concurrido. Adentro, se olían mangos maduros y se escuchaba a alguien charlar en español cerca del mostrador de la panadería. De vuelta en la van, nos señaló lugares que nunca habríamos notado: una pequeña iglesia escondida tras palmeras, un mural pintado por niños locales. De vez en cuando bajaba la velocidad para que pudiéramos tomar fotos o hacer preguntas—como cómo el Carnaval transforma Main Street cada abril.
Todo el tour se sintió relajado pero lleno de pequeños descubrimientos. No había prisa; si alguien quería quedarse más tiempo en un mirador o necesitaba un minuto extra para acomodar el cochecito, no había problema. Para cuando nos dejaron en el centro, teníamos una lista de sitios para visitar y sabíamos movernos sin perdernos. No es solo un paseo—es como tener un amigo que te muestra sus rincones favoritos de St. Thomas.
Este es un tour privado—tu grupo tiene el vehículo y el guía solo para ustedes.
¡Por supuesto! Los bebés pueden ir en brazos y los cochecitos caben fácilmente en la van.
El tour panorámico puede durar hasta 6 horas, pero es flexible según el ritmo de tu grupo.
Sí—te recogemos donde estés: hotel, villa o marina.
Incluye una parada para hacer compras antes de dejarte en el centro—ideal para abastecerte.
Tu propio vehículo con aire acondicionado y espacio para cochecitos o animales de servicio; guía local amable; recogida en hotel, villa o marina; una parada para hacer compras; horario flexible para grupos de todas las edades y niveles de condición física.
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