Navega la costa de St Thomas al atardecer en un catamarán, disfrutando champagne o ponche de ron mientras la tripulación local sirve aperitivos y comparte historias. Observa cómo cambian los colores en el agua, relájate en las redes de cubierta o charla en la barra libre. Lo esencial: buena compañía, aire isleño y esa sensación de que el tiempo se detiene un poco.
Lo primero que me llamó la atención fue cómo la luz se reflejaba en el agua — ni dorada ni naranja, algo intermedio que hizo que todos en cubierta se detuvieran un instante. Apenas habíamos salido del muelle de Margaritaville cuando alguien de la tripulación me entregó una copa de champagne (no soy mucho de burbujas, pero en ese momento encajaba perfecto). El catamarán era nuevo, olía a protector solar y sal, y había un murmullo de música mezclado con risas de un grupo que celebraba algo — ¿un aniversario tal vez? Difícil saber, pero le daba un toque especial al ambiente.
El capitán, a quien todos llamaban “Skip”, nos señalaba algunas de las pequeñas cayos frente a St Thomas mientras navegábamos. Hubo un momento en que nos pidió mirar hacia la isla — dijo que los locales siempre esperan ese segundo exacto en que el sol se esconde tras las colinas. Intenté captarlo, pero me distraje con un plato de brochetas de camarones picantes y unos pastelitos (la verdad, me comí más de los que debería). La barra libre no era broma — ponche de ron, Painkillers, incluso vino si querías. Alguien preguntó qué era un Painkiller y uno de la tripulación se rió: “Ya sabrás después de dos.”
Me gustó lo relajado que estaba todo. Sin presiones, solo estar ahí y disfrutar. Algunos se estiraban en las redes de proa; otros apoyados en la barandilla con sus bebidas. Un par de niños reían con refrescos y fingían que pilotaban — nadie parecía preocupado por nada. La brisa se levantó justo cuando giramos de vuelta hacia la costa, trayendo ese aroma a mar mezclado con flores que quizás eran jazmín. Todavía recuerdo esa vista de St Thomas con el cielo pintado de rosa y morado. Es curioso cómo ciertas imágenes se quedan contigo después de un día así.
El catamarán zarpa desde Margaritaville entre las 5:00 pm y 7:00 pm para este crucero al atardecer.
Sí, el crucero incluye barra libre con champagne, vino, cócteles como Painkillers y ponche de ron, además de refrescos.
Incluye aperitivos abundantes durante las dos horas de navegación por la costa de St Thomas.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o silla especial para infantes disponible a bordo.
Sí, el catamarán cuenta con baño para la comodidad de los pasajeros durante todo el paseo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca para facilitar el acceso al punto de partida.
Tu noche incluye recogida en Margaritaville St Thomas antes de abordar un catamarán moderno con tripulación local. Disfrutarás de aperitivos frescos y abundantes a bordo junto con barra libre que ofrece champagne, vino, cócteles como Painkillers y ponche de ron (más refrescos), con baños disponibles durante las dos horas de navegación costera antes de regresar al anochecer.
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