Te recogen directamente en Grace Bay Beach un equipo local que te guía paso a paso (no necesitas experiencia). Tras un paseo rápido por esas aguas turquesas, volarás sobre Providenciales unos 12 minutos — puro silencio y vistas impresionantes — para luego volver a la orilla con los pies llenos de arena y una sonrisa que no se borra.
Ya estábamos metidos hasta los tobillos en esa arena suave y crujiente de Grace Bay cuando apareció el barco — ni muelle a la vista, solo el viento y un par de niños riendo y corriendo cerca. La tripulación gritó nuestros nombres (yo saludé demasiado rápido, seguro que parecía muy emocionado) y nos ayudaron a subir. Olía a protector solar y sal, y sentí un cosquilleo de nervios, pero nuestro guía — creo que se llamaba Marcus — sonrió y dijo: “Vas a estar volando antes de que te des cuenta.” Nos dieron los arneses y nos explicaron todo. No hacía falta experiencia, lo cual me vino genial porque yo no tenía nada.
El barco navegó rápido por la costa, recogiendo a dos personas más en distintos puntos de Grace Bay Beach. Hubo un momento en que paramos y todo quedó en silencio salvo el golpeteo de las olas contra el casco. El sol pegaba fuerte pero sin ser insoportable; recuerdo que entrecerraba los ojos para admirar esos tonos imposibles de azul bajo nosotros. Cuando llegó mi turno, Marcus me enganchó el arnés y me dijo algo como “solo disfruta la vista.” ¿La verdad? Tenía las manos tan sudadas que casi se me cae el móvil.
Allá arriba, se siente una paz rara. Se oye menos — solo el viento y el latido de tu corazón — y ves barquitos diminutos flotando sobre un mar turquesa que parece irreal desde el aire. Esos doce minutos se sintieron a la vez largos y cortos; intentaba memorizarlo todo pero sobre todo sonreía como un tonto. Al bajar, me animaron (creo que dije algo vergonzoso), y luego vimos subir a la siguiente persona. Todo duró como una hora con las recogidas y bajadas, pero el tiempo se volvió difuso bajo ese sol.
Sigo pensando en esa sensación de flotar sobre Grace Bay — lo pequeño que parecía todo y lo grande que se sentía por dentro. Si tienes aunque sea un poco de curiosidad por hacer parasailing en Turks & Caicos, hazlo sin dudar. Eso sí, lleva protector solar extra; mi nariz lo pagó caro.
Todo el recorrido dura alrededor de 60 minutos incluyendo recogida y regreso; estarás en el aire entre 8 y 12 minutos.
La recogida se hace en puntos accesibles al público a lo largo de Grace Bay Beach en barco.
No se requiere experiencia previa; la tripulación te da todas las instrucciones.
No te mojarás al despegar ni al aterrizar porque ambos se hacen en el barco, aunque puede haber pequeñas salpicaduras por el viento o las olas.
No es necesario saber nadar ya que nunca entras directamente al agua durante el despegue o el aterrizaje.
Usa ropa de playa y lleva suficiente protector solar; espera posibles salpicaduras ligeras por el viento o las olas.
No, el almuerzo no está incluido en esta actividad de parasailing.
El máximo de participantes por tour es de 10 personas.
Tu día incluye recogida en el punto que elijas a lo largo de Grace Bay Beach en el barco de parasailing, todo el equipo de seguridad y las instrucciones de guías locales amigables (no necesitas experiencia), tu vuelo completo sobre las aguas turquesas de Providenciales y el regreso al lugar original tras la actividad. Todos los impuestos y tasas están incluidos para que solo tengas que presentarte listo para volar.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?