Viaja desde Reykjavik hasta el túnel de lava Raufarhólshellir con un guía local experto, casco y linterna listos para la aventura. Camina por antiguos pasajes volcánicos por senderos seguros, escucha historias en completa oscuridad y regresa con una sensación de asombro y calma que te quedará en la piel.
Nunca imaginé que estaría bajo una roca que alguna vez fue lava líquida. Pero ahí estábamos, con los cascos puestos (el mío un poco torcido), justo a las afueras de Reykjavik, listos para entrar al túnel de lava Raufarhólshellir. Nuestra guía, Sigrún, repartió linternas y bromeó sobre los elfos que habitan en las sombras—tenía ese humor seco islandés que te sorprende. El viaje en bus desde la ciudad fue rápido, unos 30 minutos, más o menos. Apenas me di cuenta porque todos estaban contando historias sobre el clima loco o cosas que habían visto en el pueblo.
Al entrar, me golpeó un frío terroso, como si alguien hubiera abierto un congelador lleno de piedras viejas. El aire tenía un leve olor metálico y mis botas crujían sobre la roca negra y áspera. Sigrún señalaba formas curiosas en el techo donde la lava se había enfriado y goteado; decía que algunos veían dragones o caras en ellas. Yo intenté, pero solo vi manchas—quizás me falta imaginación. En un momento apagó todas las luces para que sintiéramos la oscuridad total. Pensé que estaría bien, pero wow, es densa, casi pesada.
Hay plataformas y senderos para no tener que trepar (aunque igual me di un golpe en el dedo del pie). La iluminación es suave, pero hace que los colores resalten—rojos oxidados y púrpuras profundos que recorren las paredes. Alguien preguntó si siempre estaba tan silencioso ahí y Sigrún solo asintió, dejando que el silencio se sintiera un rato. Al salir a la luz del día, recuerdo parpadear fuerte por lo brillante que se veía todo de nuevo—Reykjavik parecía cerca pero también lejano después de estar tanto tiempo bajo tierra. La verdad, a veces aún pienso en ese frío silencio cuando el ruido vuelve a casa.
El tour es una actividad de medio día que incluye el traslado entre Reykjavik y Raufarhólshellir.
El tour incluye traslado desde Reykjavik, pero no especifica recogida en hotel; revisa los detalles al reservar.
Sí, todos los participantes reciben casco y linterna.
El túnel de lava está justo a las afueras de Reykjavik; el traslado dura unos 30 minutos por trayecto.
Los senderos y plataformas facilitan el acceso para la mayoría, pero no se recomienda para personas con lesiones de columna o problemas cardiovasculares graves.
En invierno se proporcionan crampones si son necesarios.
Los tours con traslado desde Reykjavik salen 2-3 veces al día.
Tu día incluye traslado ida y vuelta desde Reykjavik al túnel de lava Raufarhólshellir, caminata guiada con un experto local, casco y linterna para tu seguridad. También hay bastones de trekking disponibles y crampones en invierno para mayor estabilidad.
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