Sentirás el viento del Atlántico Norte en la cara mientras buscas ballenas junto a locales y viajeros en Reykjavik. Recibe consejos en vivo de tu guía, ponte overoles gruesos para el frío y quizás veas algún delfín pasando mientras las aves marinas cantan arriba. Ese silencio tras un avistamiento es algo que no olvidarás.
Ya estábamos en la bahía de Faxaflói cuando me di cuenta de lo frío que hacía — pero nos dieron estos overoles gruesos, rojos y un poco torpes, y de repente me reía de mí mismo por no haber traído guantes mejores. El barco salió del puerto de Reykjavik en silencio, solo unas gaviotas volando y ese olor salado que se siente cuando el viento sopla. Nuestra guía, Sigrún, señalaba detalles pequeños: frailecillos volando bajo sobre el agua, una montaña a lo lejos donde dijo que su abuela recogía bayas en verano. Me gustó ese detalle — hacía que la ciudad pareciera más cercana.
El primer avistamiento de ballena fue tan rápido que casi me lo pierdo. Alguien gritó (primero en islandés, luego en inglés), y apareció una curva oscura rompiendo la superficie a unos treinta metros de la proa. Jorobada, dijo Sigrún — siempre orgullosa cuando nombraba una. Es curioso, había visto fotos antes de reservar este tour de avistamiento de ballenas en Reykjavik, pero ver ese animal enorme ahí mismo fue otra cosa. Se escuchó un silencio inmediato — solo el mar, la respiración y ese extraño silencio que se siente cuando todos prestan atención al mismo tiempo.
Intenté sacar fotos pero la mayoría salieron borrosas o con el codo de alguien en el encuadre. No importó; todavía recuerdo ese momento cuando la ballena se sumergió dejando solo un remolino. También vimos delfines — destellos rápidos cerca de la popa — y unas aves blancas grandes cuyos nombres olvidé en cuanto Sigrún los dijo (se rió cuando intenté repetir uno). El crucero duró unas tres horas pero honestamente se sintió más corto. Dijeron que si no veíamos ballenas o delfines podíamos volver otro día gratis — pero tuvimos suerte.
El crucero dura entre 2 y 3.5 horas según las condiciones.
Podrás ver ballenas jorobadas, minkes, delfines, marsopas y varias aves marinas.
Sí, hay overoles, impermeables y mantas para mantenerte caliente en cubierta.
Si no ves ballenas o delfines, te dan un boleto gratis para repetir el tour otro día.
Se aceptan sillas de ruedas ligeras en barcos grandes; los bebés pueden ir en cochecitos o carritos.
Sí, hay WiFi gratis durante el crucero.
Un guía local en vivo ofrece comentarios durante todo el viaje.
Los animales de servicio están permitidos a bordo.
Tu día incluye un crucero de 2 a 3.5 horas para avistar ballenas desde Reykjavik con guía local en vivo en inglés (y a veces islandés), WiFi gratis para compartir fotos al instante, overoles y impermeables gruesos para abrigarte en cubierta aunque haga viento o llueva, y acceso a una pequeña exhibición de vida salvaje antes o después del paseo.
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