Camina por senderos volcánicos en Landmannalaugar con un grupo pequeño y guía, ve de cerca el volcán Hekla y relaja tus piernas en aguas termales naturales antes de volver a Reykjavík, todo con recogida incluida. Prepárate para risas, botas embarradas, algún atasco de ovejas y momentos que no olvidarás.
Lo voy a decir claro: casi pierdo la recogida porque la cremallera de mi chaqueta impermeable se atascó. El conductor esperó, sonriendo como si esto le pasara todos los días (seguro que sí). Reykjavík quedó atrás y de repente el mundo se transformó en campos de lava y musgo, ese verde que parece irreal en las fotos. Nuestro guía—Álvaro, español pero viviendo aquí desde hace años—no paraba de señalar detalles que yo ni habría notado, como que las ovejas parecen ignorar todas las normas de tráfico.
Paramos cerca del volcán Hekla y, la verdad, no esperaba que se viera tan… tranquilo. Había un silencio raro, solo roto por el viento rozando las rocas. La subida a Brennisteinsalda estuvo embarrada en algunos tramos—alguien resbaló y todos nos reímos (estaba bien)—pero luego ves esas franjas de tierra roja y amarilla bajo tus botas. En la cima, Álvaro repartió chocolate y nos contó historias de trolls escondidos en las fumarolas. La comida supo mejor de lo normal, probablemente porque ya estaba congelado.
Las aguas termales de Landmannalaugar son medio milagro, medio broma—el agua cerca de mis pies estaba casi demasiado caliente, pero si te deslizas un poco, está lo suficientemente fría para que pegues un grito. Vapor por todas partes, mezclado con ese olor a azufre (no es mi favorito), pero después de la caminata se siente como hundirte en otro planeta. También había locales; una mujer me enseñó a decir “takk fyrir” bien. Seguro que lo dije fatal, pero ella solo se rió.
De vuelta, pasando por Hella y Selfoss, todos nos quedamos en silencio—cansados o simplemente pensando. Mis botas estaban llenas de barro y mi pelo olía a minerales varios días después. Pero sí, todavía recuerdo esa vista desde arriba, cuando todo parecía enorme y silencioso, salvo nuestro pequeño grupo comiendo bocadillos al viento.
La excursión dura unas 13 horas, incluyendo el transporte de ida y vuelta desde Reykjavík.
Sí, la recogida está incluida desde Reykjavík y también se hacen paradas en Selfoss y Hella.
Debes llevar ropa de abrigo, chaqueta impermeable, botas de senderismo resistentes, comida y snacks.
Sí, puedes bañarte en aguas termales naturales después de la caminata.
No, debes llevar tu propio almuerzo y snacks para la caminata.
El tour se guía en inglés, italiano y español.
No, no se permite la participación de niños menores de 8 años.
La caminata es apta para la mayoría de niveles físicos, pero no se recomienda para personas con ciertas condiciones de salud o lesiones.
Tu día incluye recogida y regreso desde Reykjavík (con paradas en Selfoss y Hella), transporte en vehículo privado Arctic Yeti con WiFi a bordo, grupos pequeños para un ambiente más relajado (máximo 16 personas), guía certificado que lidera las caminatas en inglés, italiano o español, y tiempo para disfrutar de las aguas termales naturales antes de volver a casa.
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