Disfruta un auténtico té de la tarde mientras Dublín se despliega ante tus ojos: el verde de Phoenix Park, la historia de Trinity College y scones recién hechos a bordo. Con un guía local que comparte historias y risas, es parte tour, parte refugio acogedor en medio del bullicio.
Para ser sincero, me apunté al tour de té de la tarde en bus en Dublín principalmente porque quería probar scones en un lugar diferente. Pero mientras la ciudad pasaba a mi lado —el verde de Phoenix Park extendiéndose, gente paseando perros bajo los árboles— entendí que era mucho más que solo té y pasteles. Nuestra guía, Aoife, tenía esa habilidad de señalar detalles que jamás habría notado por mi cuenta. Bromeaba diciendo que la Guinness aquí es casi un grupo alimenticio por sí sola (la fábrica es enorme, por cierto, imposible no verla desde la cubierta superior), y nos contó un poco sobre Wood Quay y cuánto ha cambiado la ciudad. El bus crujía un poco al pasar sobre los adoquines cerca de O’Connell Street, pero la verdad es que eso le daba un toque aún más auténtico.
Hubo un momento en que pasamos frente a Trinity College —la luz del sol se colaba por esas ventanas georgianas y por un segundo pensé en todos los estudiantes que han caminado por esos pasillos durante siglos. Los sándwiches superaron mis expectativas (todavía sueño con esa tarta de limón), y alguien detrás de mí intentó decir “sláinte” justo antes de tomar su té, lo que sacó una sonrisa a Aoife. Son pequeños momentos de la vida en Dublín: un ciclista esquivando el tráfico, niños saludándonos desde St. Stephen’s Green, cosas así. Llovió apenas cinco minutos, pero a nadie le importó; nos quedamos viendo las gotas deslizarse por el cristal mientras mordíamos scones calentitos.
No bajamos en cada parada —no es uno de esos tours para subir y bajar a voluntad— pero desde lo alto del bus se ve muchísimo. La catedral de San Patricio se veía imponente bajo un cielo gris (el típico clima irlandés), y había algo reconfortante en compartir el té mientras la ciudad seguía su ritmo afuera. Si buscas un plan en Dublín que combine comida y turismo sin tener que caminar demasiado, este es para ti. Eso sí, no esperes silencio; siempre hay alguien charlando, riendo o intentando adivinar cuál calle viene después.
Sí, hay recogida y regreso desde puntos de encuentro designados.
Sí, pero debes avisar con 48 horas de antelación para dietas especiales.
Sí, los niños pueden participar pero deben ir acompañados por un adulto.
No, se ven estos puntos desde el bus, no se baja en cada uno.
No se permite alcohol a bordo durante el tour.
Sí, incluye snacks y café o té como parte de la experiencia de té de la tarde.
No, no hay espacio para equipaje, cochecitos o carritos en este tour.
Tu día incluye comentarios semi guiados por un anfitrión local mientras recorres el centro de Dublín en un bus vintage con recogida y regreso en puntos establecidos; disfrutarás de un clásico té de la tarde con snacks y café o té, todo mientras ves lugares como Phoenix Park y la catedral de San Patricio durante el recorrido.
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