Comienza el día dejando Dublín atrás rumbo a las ruinas ventosas de Rock of Cashel, luego disfruta del bullicioso English Market de Cork antes de subir los antiguos escalones de Blarney Castle para besar su legendaria piedra. Con entradas y recogida incluidas, vivirás la historia y el humor de Irlanda en cada momento.
Casi pierdo el autobús en Dublín — típico en mí, lidiando con la tapa del café mientras todos ya subían. Nuestro guía, Sean, solo sonrió y dijo: “Tranquila, vas bien.” Así empezó todo: nada se sintió apresurado, aunque el día estaba lleno. El viaje por las Midlands estaba un poco brumoso, con campos verdes que solo ves en Irlanda. Intenté dormir, pero terminé mirando las ovejas. Había puertos USB para cargar (que olvidé usar) y WiFi que funcionaba bien para enviar fotos rápidas a mi madre.
Rock of Cashel me sorprendió. Había visto fotos, pero estar allí —el viento tirando de mi chaqueta, las paredes de piedra frías al tacto— parecía más antiguo que cualquier cosa que hubiera tocado antes. Sean nos señaló grabados en una cruz celta y nos contó la historia de San Patricio expulsando serpientes (aún no sé si es verdad). Una mujer local que vendía postales se rió cuando le pedí indicaciones en mi irlandés torpe; cambió al inglés con un guiño. El aire olía a hierba mojada y piedra vieja — difícil de describir, pero se quedó conmigo.
Cork tenía un ambiente distinto. Paseamos por el English Market, donde alguien me dio un trozo de queso tan fuerte que me hizo llorar. Perdí la noción del tiempo escuchando a los vendedores — uno intentó convencerme de que sus salchichas eran “el verdadero sabor de Cork.” Quizá tenía razón; me llevé dos. La hora y media pasó volando, y la verdad, podría haberme quedado más tiempo solo mirando gente o tomando una pinta en algún pub.
Blarney Castle fue lo último, imponente sobre jardines llenos de rododendros. Subir esas escaleras estrechas me hizo temblar las rodillas (no mires abajo si te da miedo), pero besar la Piedra de Blarney fue menos raro de lo que esperaba — aunque Sean bromeó diciendo que me daría “el don de la palabra” por siete años. Quizá funcionó; no he parado de hablar de ello desde entonces. Los jardines estaban tranquilos, solo se oía el canto de los pájaros y alguna risa lejana que rebotaba cerca de la Cueva de las Brujas. Para entonces mi móvil ya estaba muerto (debí usar los puertos USB), así que no más fotos, solo recuerdos.
La salida es a las 08:00 desde Dublín y regresa sobre las 20:00, siendo un tour de unas 12 horas.
Sí, la entrada a Blarney Castle y sus jardines está incluida en el ticket.
Sí, visitarás Rock of Cashel con las entradas incluidas en el recorrido.
Tienes aproximadamente 1 hora y 30 minutos para explorar Cork por tu cuenta durante el tour.
El autobús no tiene baños, pero se hacen paradas regulares para usarlos en ruta.
Sí, se admiten bebés y niños pequeños; hay asientos para bebés si los pides al reservar.
No, no hay recogida en hotel; debes presentarte en el punto de salida en Dublín salvo que lo acuerdes con Paddywagon Tours.
Sí, puedes bajarte en Cork en lugar de regresar a Dublín; solo avisa al conductor al inicio del tour.
Tu día incluye recogida por la mañana en el centro de Dublín, todas las entradas para Blarney Castle & Gardens y Rock of Cashel, vehículo con aire acondicionado, WiFi y puertos USB para cargar (si recuerdas usarlos), además de comentarios en vivo del guía durante el trayecto antes de volver por la noche.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?