Recorrerás Java en coche privado desde Yogyakarta hasta el volcán Bromo para ver el amanecer en jeep, luego caminarás entre nubes de azufre en el cráter de Ijen con guía local y finalmente tomarás el ferry incluido hacia Bali. Prepárate para madrugones, paisajes crudos, charlas auténticas y momentos que se quedan contigo mucho después.
No esperaba que el viaje desde Yogyakarta fuera un descubrimiento tan pausado: Java se desplegaba lentamente a través de la ventana: arrozales, motos cargadas con cestas, niños saludando desde puestos en la carretera. Nuestro conductor, Pak Hadi, señalaba los cultivos—yuca por aquí, caña de azúcar por allá—y me di cuenta de cuánto de esta isla solo se ve desde el asiento del coche. No es glamuroso, pero es auténtico. El tráfico se volvía loco a ratos; en un momento avanzamos a paso de tortuga detrás de un camión lleno de pollos. De alguna forma, eso hizo que llegar a nuestra primera parada cerca de Bromo se sintiera merecido.
La mañana siguiente fue un torbellino—despertar a las 3 am siempre desorienta. Nuestro guía, Dwi, nos entregó café en vasos de papel antes de subir al jeep. El aire estaba tan frío que se veía nuestro aliento (la verdad, me vestí mal), y las luces del jeep atravesaban la niebla mientras subíamos hacia el mirador de Bromo. Había más gente de la que esperaba—algunos envueltos en mantas batik—pero cuando el sol empezó a asomar sobre la caldera, todo quedó en silencio. Dwi sonrió al ver mi cara; “¿Ves por qué madrugamos?” dijo. El azufre flotaba en el aire y se quedó pegado en mi nariz toda la mañana.
Después de horas por carreteras serpenteantes y paradas para picar (tempeh frito en un warung al borde del camino—no recuerdo el nombre, pero estaba salado y perfecto), llegamos a Banyuwangi. Otro despertar temprano para Ijen: linternas de cabeza moviéndose en la oscuridad, mineros de azufre ya a medio camino cuando empezamos a subir. El sendero era polvoriento y empinado—no estoy en forma, así que a veces me quedaba atrás—pero nuestro guía marcaba el ritmo y nos contaba de su familia en Banyuwangi. Arriba, las llamas azules brillaban bajo nosotros y el amanecer pintaba todo de un dorado pálido. Olía fuerte, casi metálico; todavía recuerdo esa vista cuando el ruido de casa me abruma.
El último tramo fue pura transición—bajando hacia el puerto de Ketapang, despidiéndonos del guía (abrazos un poco torpes), y luego al ferry hacia Bali con el ticket en mano. Cruzar el agua fue como apretar un botón de reinicio: Java quedaba atrás, algo nuevo nos esperaba. Si buscas comodidad o lujo, este no es el tour—pero si quieres sentir cada kilómetro entre Yogyakarta y Bali, esta experiencia lo hace con honestidad.
El tour dura 3 días, desde Yogyakarta hasta el puerto de Ketapang para Bali.
Sí, se incluye recogida en tu hotel en Yogyakarta.
Transporte privado, entradas a Bromo e Ijen, paseo en jeep en Bromo, vehículo con aire acondicionado, tickets de ferry a Bali, y tarifas de estacionamiento.
Se recomienda un nivel moderado de condición física por las caminatas en el cráter de Ijen.
Sí, los guías hablan inglés (y francés) durante el tour.
El tour termina en el puerto de Ketapang en Banyuwangi, donde tomarás el ferry a Bali.
No se incluyen comidas; lleva efectivo para paradas de comida durante el camino.
Este tour no se recomienda para embarazadas ni personas con problemas de columna o cardiovasculares.
Tu viaje incluye transporte privado desde Yogyakarta hasta el puerto de Ketapang para Bali; entradas a los volcanes Bromo e Ijen; paseo en jeep en el monte Bromo antes del amanecer; vehículo con aire acondicionado durante todo el recorrido; todas las tarifas de estacionamiento; y el ticket de ferry a la isla de Bali—todo organizado para que solo te preocupes por disfrutar del paisaje.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?