Podrás crear tu propia aventura en Bali: visitar templos sagrados, nadar bajo cascadas, caminar entre arrozales, hacer snorkel en arrecifes vibrantes y probar café local—todo con un guía amable que conoce cada atajo y rincón secreto.
Empezamos el día bien temprano, justo cuando el sol empezaba a calentar los arrozales a las afueras de Ubud. Nuestro guía, Wayan, nos recibió con una gran sonrisa y una nevera llena de agua embotellada—créeme, la vas a necesitar cuando el calor del mediodía apriete. Primera parada: el bosque de monos. Los monos aquí son muy traviesos—uno intentó agarrar mis gafas de sol mientras otro se sentaba a comer un plátano justo a mis pies. El bosque huele a tierra húmeda, con pájaros cantando arriba y de vez en cuando alguna moto pasando fuera de las puertas.
Después fuimos a la terraza de arroz de Tegalalang, y wow—esas escaleras verdes parecen no acabar nunca. Wayan nos mostró el mejor lugar para fotos (no el típico donde se amontona todo el mundo). Si te animas, prueba el columpio que se lanza sobre los arrozales. A mí me dio un vuelco el estómago, pero vale la pena por la vista. En la cima hay un pequeño warung donde tomamos un dulce té helado y vimos a los agricultores con sus sombreros de paja trabajando en sus parcelas abajo.
Cerca del mediodía llegamos a la cascada Tegenungan. La oirás antes de verla—un rugido profundo que atraviesa la selva espesa. El camino para bajar es empinado pero fácil si vas con calma. Primero mojé los pies (el agua está más fría de lo que imaginas) y luego me di un baño. Familias locales hacían picnic cerca, riendo y chapoteando.
Después de secarnos, fuimos al templo Tirta Empul. Wayan nos explicó cómo la gente viene aquí para rituales de purificación—es algo muy tranquilo ver a la gente moverse en silencio por las piscinas, con el humo del incienso flotando en el aire. Nos dieron sarongs (incluidos en el tour) y nos enseñaron a ponérnoslos bien antes de entrar.
Almorzamos rápido—un nasi campur en un puesto a la orilla de la carretera—y luego nos dirigimos a Padangbai para hacer snorkel. El paseo en barco hasta la Laguna Azul fue movido pero divertido; salpicaduras de sal por todas partes y pescadores saludando al pasar. Bajo el agua, otro mundo: jardines de coral brillantes y bancos de peces pequeños nadando alrededor. Incluso vi un pez payaso escondido en una anémona.
De regreso, Wayan nos propuso parar en una pequeña plantación de café cercana. Vimos cómo tuestan los granos sobre fuego abierto y probamos desde té de jengibre hasta el famoso kopi luwak de Bali (tiene un sabor muy especial). Al atardecer estábamos cansados pero felices—y, sinceramente, sentí que había conocido el “Bali de verdad” más que en cualquier tour en grupo.
¡Claro! Este tour es totalmente personalizable—elige tus sitios favoritos o pide recomendaciones a tu guía según tus intereses.
Sí, todo el equipo de snorkel está incluido para las visitas a Laguna Azul y Tanjung Jepun durante el tour.
Los sarongs se proporcionan para las visitas a templos, así que no tienes que preocuparte por llevar uno.
El tour es ideal para familias y se puede adaptar a todas las edades—solo avisa a tu guía si tienes necesidades especiales o quieres evitar actividades exigentes.
Vehículo privado con conductor-guía; agua embotellada todo el día; préstamo de sarong para templos; entradas incluidas; equipo de snorkel en Padangbai; itinerario flexible hecho a tu medida.
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