Recorrerás los lugares más singulares de Meghalaya—desde las mañanas brumosas en Shillong hasta los ríos cristalinos de Dawki y los antiguos puentes de raíces vivas en Mawlynnong. Esta excursión te da tiempo para absorber cada sitio, con guías locales que comparten sus historias en el camino.
La primera mañana en Shillong se sintió fresca y un poco brumosa; mi chaqueta fue imprescindible. Comenzamos en el antiguo campo de golf de Shillong, donde los locales ya estaban jugando. Luego fuimos a Ward’s Lake; allí verás parejas alimentando peces o simplemente sentadas tranquilas bajo los pinos. Nuestro guía, Rakesh, nos señaló el mejor lugar para fotos cerca de Lady Hydari Park (presta atención a las rosas si vienes en primavera). El Centro Don Bosco me sorprendió—nunca pensé que pasaría tanto tiempo admirando artefactos tribales. Elephant Falls fue más ruidosa de lo que esperaba; si te acercas, puedes sentir la bruma. Si el Shillong Peak está abierto (a veces lo cierra la Fuerza Aérea), no te lo pierdas—la vista se extiende hasta el infinito en un día despejado.
El camino hacia Sohra (que los locales aún llaman Cherrapunjee) serpentea entre colinas verdes. El mirador Mawkdok merece una parada rápida—hay un puesto de chai con un té con leche dulce que cae perfecto. Las cataratas Nohkalikai caen en caída libre; las escucharás antes de verlas. Eco Park tiene esas nubes de formas extrañas que llegan rápido—perfecto para fotos espectaculares. Wakaba Falls es más tranquila, casi escondida. La Misión Ramakrishna es un remanso de paz; escuchamos a niños cantando dentro de la escuela. Al caer la tarde, de vuelta en Shillong, mis zapatos estaban embarrados, pero no me importó.
Mawlynnong realmente merece su fama como “el pueblo más limpio”—escobas por todas partes y ni un solo papel tirado. Cruzar el puente de raíces vivas de un solo nivel es como entrar en otro mundo; el suelo está húmedo y huele a tierra. La roca equilibrada cercana parece que no debería sostenerse, pero ahí está, firme. El río Umngot en Dawki es tan cristalino que puedes ver las piedras en el fondo, incluso desde el puente. Los barqueros locales saludan mientras pasan con turistas tomando fotos.
Nartiang es más tranquilo que otras paradas, pero lleno de historias—nuestro conductor compartió leyendas sobre los monolitos esparcidos como piezas de ajedrez. El templo Durga está escondido detrás de árboles viejos; el incienso se escapa cuando alguien abre la puerta. De regreso, paramos en el lago Thadlaskein—unos niños lanzaban piedras—y en las cataratas Tyrshi, donde si escuchas bien, oirás el canto de los pájaros sobre el agua.
¡Sí, las familias son bienvenidas! Solo ten en cuenta que los bebés deben ir en el regazo de un adulto durante el transporte y que algunos caminos pueden estar resbaladizos después de la lluvia.
No, las entradas no están incluidas; deberás pagarlas directamente en cada lugar si es necesario.
Este tour incluye caminatas por senderos irregulares y escaleras; no se recomienda para viajeros con lesiones en la columna o problemas cardiovasculares.
Viajarás en un vehículo privado con aire acondicionado para mayor comodidad entre los sitios.
Tu viaje incluye transporte privado en coche o furgoneta con aire acondicionado y un conductor-guía amable que conoce todos los atajos y relatos locales. También hay opciones de transporte público cercanas si las necesitas.
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