Entra en una casa de Jaipur y cocina platos indios auténticos junto a una familia local. Aprende recetas, comparte historias y disfruta una comida que recordarás mucho tiempo después.
Lo primero que me atrapó fue el aroma: especias calentándose en la estufa, un toque de cardamomo y algo terroso que no lograba identificar. Nos recibieron directamente en la cocina familiar, nos quitamos los zapatos y arremangamos las mangas. Nuestra anfitriona, la señora Sharma, me ofreció una taza de chai recién hecho. Dulce, con leche y con un sabor que superaba cualquier versión de café que había probado en la ciudad.
Nos pusimos manos a la obra. La cocina estaba animada pero sin prisas: alguien amasaba la masa para los chapattis, otro picaba papas y coliflor para el sabzi. La familia nos fue explicando cada especia que añadíamos: cúrcuma para dar color, comino para calidez, garam masala al final para ese toque especial. Aprendí a estirar los chapattis (no quedaron perfectos, pero nadie se fijó) y vi cómo el arroz para el pulao se cocinaba al vapor con clavos y hojas de laurel. Hubo risas cuando se me cayó un poco de harina al suelo—al parecer, eso trae suerte a los cocineros novatos.
Entre cucharadas y pruebas de salsa, charlamos sobre las bodas en Jaipur (¡tantos colores!), los dioses locales y cómo funciona la familia unida en el día a día. La comida fue interminable: curry de paneer, lentejas, arroz esponjoso y un postre dulce para cerrar. Al final, me sentí parte de la familia. Incluso me regalaron recetas escritas a mano y la promesa de que “no te preocupes, siempre habrá curry”.
¡Claro! La familia te guía paso a paso y te ayuda en todo. No necesitas experiencia, solo ganas de aprender y buen apetito.
Sí, todos los platos son vegetarianos y usan ingredientes frescos de la zona. Avísanos si tienes alguna necesidad especial.
La clase y la comida suelen durar unas 3 horas. No hay prisa, puedes disfrutar a tu ritmo.
Incluye transporte privado para tu comodidad. También hay opciones de transporte público cerca si prefieres.
Tu lugar incluye transporte privado ida y vuelta, agua embotellada, una clase práctica de cocina con comida ilimitada (chai, snacks, platos principales y postre). ¡Todas las edades son bienvenidas, incluso los más pequeños en cochecito!
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