Si quieres conocer Fort Kochi como un local, de cerca y sin complicaciones, un tour en tuk tuk es sin duda la mejor opción. Historia, mercados, templos y esas famosas redes de pesca en un solo recorrido.
Lo primero que me atrapó fue el aire salado, mezclado con un toque de cardamomo que venía de un puesto cercano. Nuestro tuk tuk se colaba por callejones tan estrechos que apenas cabía una bici, y mucho menos un coche. Escuchaba el suave golpe del metal al llegar a las redes chinas de pesca. Los pescadores ya estaban en faena, con las cuerdas crujiendo mientras subían su captura. Sabu, nuestro conductor, nos contó que esas redes llevan siglos aquí y hasta nos mostró el mejor lugar para sacar fotos (justo al lado del vendedor de té que monta su puesto antes de las 8 de la mañana).
Hicimos paradas rápidas en la iglesia Vasco da Gama y la basílica Santa Cruz. Ambas estaban frescas por dentro, un alivio del calor del mediodía, con velas parpadeando junto a los bancos de madera antiguos. En el Palacio Holandés, Sabu nos relató historias de los antiguos reyes de Kerala y señaló murales desgastados que pasarías por alto si no supieras dónde mirar. Luego visitamos la sinagoga judía; noté los azulejos azul y blanco bajo nuestros pies y escuché fragmentos de hebreo de un grupo que pasaba.
El mercado de especias vibraba con vida: los vendedores gritaban precios, sacos de pimienta y canela apilados hasta el techo. Me tomé un vasito pequeño de chai en un carrito callejero (Sabu jura que es el mejor de Mattancherry). Paseamos por callejones del bazar con ropa tendida ondeando sobre nuestras cabezas y paramos en el templo jainista justo cuando las campanas anunciaban las oraciones de la tarde. Al llegar al mercado de pescado, el ambiente era bullicioso pero amigable: locales regateando por la pesca fresca y gatos colándose entre las cestas.
¡Sí! Los niños pueden sentarse en el regazo de un adulto en el tuk tuk. El ritmo es tranquilo y hay mucho que ver durante el camino.
Lo ideal es reservar antes en temporada alta (diciembre a febrero), pero si hay plazas, también aceptan reservas el mismo día.
Por supuesto, el conductor habla inglés perfectamente y conoce todas las historias locales.
Suele durar entre 3 y 4 horas, según tus intereses y el tiempo que quieras pasar en cada parada.
Incluye café o té durante el recorrido (prueba el chai en uno de los puestos favoritos de Sabu). Todo el transporte en tuk tuk está incluido. Si necesitas, hay opciones de transporte público cerca para después del tour.
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