Probarás Budapest a través de mercados, panaderías y cafés — degustando sopa gulyás, quesos locales, comida callejera como lángos, strudel recién hecho y vino húngaro. Con un guía local que te lleva por calles históricas y comparte historias familiares, acabarás conectado con la ciudad y su gente.
Confieso que creía conocer la comida húngara, pero al entrar en esa pequeña panadería cerca de la Ópera, el aroma a pan recién hecho me impactó tanto que casi olvido por qué habíamos venido. Nuestro guía, Gabor, nos recibió con una sonrisa sencilla y nos entregó un trozo de algo que llamó “lo bueno”. Aún estaba tibio. Así empezó nuestro tour gastronómico por Budapest, de pie en la acera, rompiendo el pan con las manos mientras la ciudad vibraba a nuestro alrededor. ¿La verdad? No era como imaginaba mi mañana.
Nos fuimos acercando a la Basílica de San Esteban (es enorme de cerca — te sientes pequeño), parando cada pocas calles para probar un bocado o un sorbo. En un momento, Gabor nos sirvió una copa de vino tinto en un pequeño patio y nos contó historias sobre la sopa gulyás de su abuela — parece que cada abuela la hace a su manera. La sopa era espesa y con un toque ahumado; intenté adivinar las especias pero desistí tras la tercera cucharada. Ya llovía suavemente, justo lo suficiente para que todo oliera a piedra mojada y pimentón.
Hubo momentos en los que perdí la cuenta de lo que habíamos probado — lángos crujientes con crema agria, verduras encurtidas que me hicieron fruncir los labios, salchichas que me mancharon los dedos de naranja. Alguien del grupo intentó pronunciar “rétes” (strudel) y una mujer en la mesa de al lado se rió. Eso se sintió bien — compartir comida con desconocidos que de repente dejaron de serlo. Cuando llegamos a la Plaza del Parlamento, llenos y un poco somnolientos por el vino, me di cuenta de que no había mirado el móvil en horas. Quizás eso fue lo que más me quedó.
El tour incluye más de 10 degustaciones diferentes por el centro de Budapest.
Sí, probarás vino húngaro tinto o blanco, además de agua y café durante el recorrido.
El punto de encuentro es en una histórica ópera situada en el centro de Budapest.
El tour ofrece varias degustaciones, incluyendo la sopa gulyás, que puede servir como almuerzo.
Se camina bastante; se recomienda llevar calzado cómodo.
Debes contactar con el proveedor antes para avisar de cualquier dieta especial y que puedan adaptarse.
Pasarás por la Basílica de San Esteban, el Parlamento, plazas públicas y calles históricas.
Tu día incluye más de diez degustaciones, desde pan recién horneado hasta la sopa gulyás acompañada de vino húngaro o café; paradas para probar strudel, salchichas y comida callejera; además de guía por los puntos más emblemáticos del centro de Budapest — solo lleva calzado cómodo y buen apetito.
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