Navega por el Danubio con una bebida de bienvenida en mano, pasando por el Parlamento y los puentes históricos de Budapest mientras escuchas historias con tu audio guía. Baja en la Isla Margarita con un mapa para explorar jardines o simplemente relajarte antes de volver al barco cuando quieras. Ver Budapest así deja una sensación que dura mucho después de regresar a tierra.
El tintinear de las copas al alejarnos del muelle fue nuestro comienzo. Yo elegí vino espumoso (no pude resistirme) y mi amigo optó por una cerveza. La ciudad se veía distinta desde el agua, más tranquila, como si el ritmo fuera otro. La tripulación local sonreía cuando intentábamos pronunciar “Széchenyi Lánchíd” para el Puente de las Cadenas — todavía no sé si lo dije bien. Una brisa suave entraba por la cubierta abierta, trayendo ese olor mineral típico de los ríos. Había gente, pero sin agobios; la mayoría susurraba o señalaba con cuidado, como si no quisieran romper el encanto.
El audio guía estaba ahí para quien quisiera detalles — yo llevaba un auricular puesto y escuchaba a medias mientras veía deslizarse el Parlamento a nuestra izquierda. La luz del sol iluminaba esas torres de una manera casi cegadora. Cerca del Castillo de Buda, una pareja a nuestro lado se reía en francés (ni idea de qué). Pasamos bajo el Puente Isabel y frente a la Colina Gellért, que desde abajo parecía más empinada que cuando la recorrimos ayer. La verdad, la ciudad parece cosida por estos puentes — cada uno con su estilo y su historia.
La Isla Margarita apareció antes de lo que esperaba. Podías bajarte allí con un mapa en tu idioma (el nuestro en inglés, pero tenían muchas opciones), así que lo hicimos — sobre todo porque alguien dijo que había jardines y una torre de agua antigua curiosa para ver. Al caminar, se escuchaban más pájaros que coches, algo raro en Budapest. Estuvimos vagando una hora más o menos antes de tomar otro barco de regreso; salen cada 45 minutos, así que sin prisas. Aún recuerdo ese rincón de césped donde nos sentamos un rato, escuchando el silencio sin nada en particular.
Sí, el audio guía está incluido en 30 idiomas durante el crucero.
Sí, los pasajeros pueden desembarcar en la Isla Margarita y explorar antes de regresar en otro barco.
Sí, cada persona recibe una bebida de bienvenida como cerveza, vino, vino espumoso o refrescos, además de una bebida de temporada.
Los barcos de regreso salen cada 45 minutos desde la Isla Margarita.
Algunos barcos son accesibles, pero no todos; consulta con el operador para más detalles.
Sí, el barco cuenta con baños disponibles para los pasajeros.
Sí, los niños son bienvenidos pero deben ir acompañados por un adulto.
No, no incluye recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
Tu día incluye un crucero turístico por el Danubio en Budapest con vistas panorámicas de lugares como el Parlamento y el Castillo de Buda, un audio guía en 30 idiomas para quien quiera más información, una bebida de bienvenida (cerveza, vino blanco o tinto, vino espumoso o refrescos) y una bebida de temporada. Puedes bajar para explorar la Isla Margarita con un mapa multilingüe antes de tomar cualquier barco de regreso; también hay baños a bordo.
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