Explora el Barrio del Castillo de Budapest con un guía local que da vida a su historia llena de secretos — desde palacios reales hasta rincones ocultos. Entra a la Iglesia de Matías, detente en el Bastión de los Pescadores para disfrutar las vistas y relájate con un pastel húngaro y café que recordarás mucho después del viaje.
Sentí una mezcla extraña de emoción y tranquilidad al cruzar hacia el Barrio del Castillo — tal vez fueron los adoquines bajo mis zapatos o el aroma en el aire, como piedra antigua y café que llegaba de algún lugar cercano. Nuestra guía, Zsófi, empezó de inmediato con relatos de reyes y espías (no esperaba tanto drama aquí arriba). Señaló el Palacio Sándor y alcancé a ver el cambio de guardia — rígidos pero de alguna forma amigables, si eso tiene sentido. El viento se levantó mientras pasábamos por el Castillo de Buda; tuve que ajustar más la bufanda.
La vista desde el Bastión de los Pescadores es de esas cosas que crees haber visto en fotos, pero es otra cosa estar ahí en persona. Había una luz invernal pálida sobre el Danubio, y Zsófi nos dejó quedarnos un rato en silencio — solo dejando que Budapest se desplegara a nuestros pies. Intenté sacar una foto pero, sinceramente, no captó para nada la sensación. Caminamos hacia la Plaza de la Santísima Trinidad donde nos contó sobre la columna de la peste (un poco sombría), y luego entramos a la Iglesia de Matías. El interior es una locura — colores por todos lados, patrones en cada rincón. Creo que me quedé mirando el techo demasiado tiempo porque alguien me dio un codazo para seguir.
Después de tanta historia, sentarse a comer pastel y tomar café se sintió casi como un acto de rebeldía. La cafetería estaba cálida y olía a canela y algo mantecoso; elegí una porción de tarta Dobos (Zsófi dijo que es un clásico). Mi tenedor se quedó atrapado en la capa de caramelo — nada elegante, pero valió la pena. Nos reímos de mi pronunciación (“¿dobosh?”) y ella prometió que nadie la dice bien a la primera. Fue uno de esos pequeños momentos que se quedan más que cualquier palacio o monumento.
Sí, tu entrada incluye la visita a la Iglesia de Matías durante el recorrido.
Sí, después de recorrer el Barrio del Castillo disfrutarás de un pastel tradicional húngaro con café o té.
El Barrio del Castillo tiene algunos adoquines y pendientes suaves, pero es apto para todos los niveles físicos.
Sí, el tour es accesible para sillas de ruedas y también para cochecitos de bebé.
Un guía local acompaña al grupo por el Barrio del Castillo de Budapest.
Verás el Palacio Sándor, el Castillo de Buda, la Columna de la Santísima Trinidad, el Bastión de los Pescadores, la Iglesia de Matías y más.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del Barrio del Castillo.
Tu día incluye entradas a la Iglesia de Matías, un paseo guiado por el Barrio del Castillo de Budapest con paradas en lugares clave como el Castillo de Buda y el Bastión de los Pescadores, además de un pastel húngaro tradicional con café o té antes de regresar al centro.
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