Sentirás cómo se acelera tu corazón mientras vuelas entre las copas de los árboles de Roatán con un guía local, para luego relajarte acariciando perezosos y riendo con monos juguetones. Con transporte ida y vuelta incluido y tiempo para almorzar cerca, esta excursión combina adrenalina con esos momentos de calma que recordarás por siempre.
Nos aseguramos los arneses justo cuando el calor de la mañana empezaba a hacerse presente — se escuchaban las cigarras zumbando en lo alto de los árboles. Nuestro guía, Carlos, sonrió al ver mis manos nerviosas y me dijo algo sobre “volar como un mono”. Me reí, pero la verdad es que tenía las palmas sudadas. La primera tirolesa estaba más alta de lo que parecía desde abajo. En total son dieciséis líneas (las conté), cada una diferente — unas rápidas, otras largas, pero todas con ese viento en la cara y destellos de verde bajo tus pies. Si miras hacia arriba en el momento justo, puedes ver el mar asomándose entre las hojas.
Carlos no dejaba de revisarnos, asegurándose de que estuviéramos bien sujetos antes de cada salto. Nos contó historias de cuando creció aquí en Roatán — al parecer, de niño se colaba en este mismo bosque. Quise preguntarle por las aves que escuchábamos (¿algún tipo de loro?), pero solo se encogió de hombros y dijo que él solo sabe reconocer perezosos. Después de una hora más o menos — la verdad perdí la cuenta después de la línea diez — aterrizamos cerca del parque de animales, donde todo se volvió más tranquilo.
Los perezosos eran más silenciosos de lo que esperaba. Uno estaba acurrucado como una coma peluda alrededor de una rama; otro nos parpadeó tan despacio que casi parecía grosero devolverle la mirada. El guía nos enseñó a sostenerlos con cuidado (pesan más de lo que parecen). También había monos, corriendo por todos lados y tratando de robarse unas gafas de sol — lo que provocó risas entre todos. En esa zona del parque se sentía un aroma a tierra y cáscaras de frutas dulces. Paseamos unos treinta minutos antes de regresar a la van, todavía comentando cuál tirolesa había sido la más aterradora. No dejo de pensar en ese primer salto — lo silencioso que se puso todo justo antes de soltarse.
El tour cuenta con 16 tirolesas diferentes distribuidas en 24 plataformas.
Sí, el transporte ida y vuelta está incluido en la reserva.
La tirolesa dura aproximadamente 60-70 minutos; la visita al parque de perezosos y monos toma otros 35-40 minutos.
El almuerzo se puede comprar en la playa o en un restaurante local, pero no está incluido en el precio.
Sí, los niños pueden participar pero deben ir acompañados por un adulto; los bebés pueden ir en cochecito o carriola.
Este tour no se recomienda para personas embarazadas ni con problemas cardiovasculares.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde tu alojamiento en Roatán, todo el equipo de tirolesa con guía local durante la actividad, entrada para ver perezosos y monos en el parque, además de tiempo libre para comprar almuerzo en la playa o en un restaurante antes de regresar.
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