Explorarás las antiguas ruinas mayas a tu ritmo, acompañado por guías locales que conocen cada rincón oculto de Tikal. Horarios flexibles, historias auténticas y muchas oportunidades para fotos hacen que este tour sea ideal si buscas algo más que simples instantáneas.
Lo primero que sentí al bajar de la van en Tikal fue ese olor intenso y terroso—aire de selva mezclado con el fresco de la lluvia de la noche anterior. Nuestro guía, Carlos, nos recibió con una sonrisa y nos entregó botellas de agua fría antes de llegar siquiera a la entrada del parque. Señaló un par de monos araña balanceándose en las ramas, casi invisibles si no mirabas bien hacia arriba entre el follaje verde.
Al entrar al Parque Nacional Tikal se siente la antigüedad de este lugar. El suelo es irregular en algunos tramos, con raíces que asoman aquí y allá. Nos tomamos el tiempo—sin prisa—parando cada vez que alguien quería tomar una foto o preguntar sobre las piedras cubiertas de musgo que bordean el camino. Carlos tenía historias para todo: por qué los escalones del Templo IV son tan empinados, cómo los mayas medían el tiempo observando las sombras en la Gran Plaza. Recuerdo escuchar a lo lejos a los monos aulladores; sus llamados rebotan entre los templos, casi como un trueno que se acerca.
El almuerzo fue sencillo pero contundente—un plato de pollo a la parrilla con arroz en una mesa bajo la sombra cerca de la plaza principal. Siempre hay una brisa aquí, incluso cuando hace calor. Compré un jaguar tallado en madera de un señor mayor cerca de la entrada; lo envolvió en papel y me contó que su familia vende artesanías aquí desde que él era niño. A media tarde subimos el Templo II (no tan difícil como parece) y Carlos se ofreció a tomar fotos grupales con nuestros teléfonos—logró que todos sonriéramos al mismo tiempo, algo que nunca pasa en mi familia.
Es ideal para quienes pueden caminar sobre terrenos irregulares. Si vas despacio y llevas agua, la mayoría puede hacerlo, aunque las escaleras empinadas de los templos pueden ser un reto para algunos.
¡Claro! Ofrecemos recogida y regreso tanto en hoteles de Flores como dentro del parque de Tikal. Solo avísanos dónde te hospedas al reservar.
Zapatos cómodos (puede estar lodoso si llovió), repelente de insectos, protector solar, efectivo para souvenirs, snacks para entre paradas y cualquier medicamento personal.
Sí, el almuerzo está incluido—normalmente pollo a la parrilla o opciones vegetarianas con arroz, además de una bebida. Si tienes alguna dieta especial, solo avísanos con anticipación.
Tu tour privado incluye transporte ida y vuelta en van con aire acondicionado (con seguro), entrada al Parque Nacional Tikal, guía bilingüe español-inglés que puede tomar tus fotos si quieres, agua embotellada durante todo el día y almuerzo con bebida. Los horarios de salida son flexibles y nos adaptamos a tu agenda.
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