Saldrás del avión directo al cálido aire de Santorini y verás a tu conductor esperándote con tu nombre. Disfruta de agua fría, WiFi que funciona y un viaje cómodo y sin estrés hasta tu hotel. En el camino, descubrirás pueblos locales y quizás algún consejo útil de tu conductor. Un comienzo sencillo que marca el tono perfecto para toda tu aventura.
Confieso que estaba un poco nervioso al aterrizar en Santorini — los aeropuertos siempre me ponen un poco ansioso, sobre todo cuando no sé qué tan caótico estará el área de llegadas. Pero en cuanto salimos con las maletas (la mía ya tenía un poco de polvo blanco del compartimento superior, típico), ahí estaba un chico sosteniendo un cartel con mi nombre. Sonreía como si nos hubiera estado esperando solo a nosotros, y eso me dio una tranquilidad extra después del vuelo movido. El aire afuera olía a sal y calorcito, aunque apenas eran las 9 de la mañana.
Nuestro conductor — Nikos, creo — nos hizo señas para acercarnos y nos ayudó con las maletas sin hacer mucho ruido. La furgoneta estaba impecable por dentro, fresca pero sin ser un congelador (odio cuando ponen el aire a tope). En cada asiento había botellas de agua fría, que la verdad supieron a gloria después del aire seco del avión. Intenté conectarme al WiFi enseguida (costumbre vieja), y funcionó — lo bastante rápido para mandar a mi madre un selfie de “ya llegamos” antes de salir del parking. Nikos habló lo justo para hacernos sentir bienvenidos, sin forzar la charla; nos señaló el pueblo de Pyrgos al pasar (“la antigua capital”, dijo) y nos contó dónde van los locales a tomar café si alguna vez nos cansamos de las zonas turísticas.
El trayecto por Santorini no es largo — unos 20 minutos hasta nuestro hotel en Oia — pero ver cómo el paisaje cambiaba de campos planos a esos acantilados impresionantes fue casi irreal. En un momento sentí un aroma a tomillo silvestre por la ventana abierta, mezclado con el olor a diésel de una moto que pasó. Es curioso qué cosas se quedan grabadas. Cuando llegamos al hotel, Nikos nos devolvió las maletas y nos deseó “kali diaskedasi”. Se rió cuando intenté repetirlo en griego — seguro lo dije fatal. En fin, empezar el viaje así hizo que todo pareciera más sencillo.
Sí, es un traslado privado entre el aeropuerto de Santorini y cualquier hotel de la isla.
Sí, cada pasajero recibe agua embotellada durante el trayecto.
Sí, el vehículo cuenta con WiFi gratis durante todo el traslado.
El trayecto suele durar entre 20 y 30 minutos, según el tráfico.
Sí, todos los impuestos están incluidos en el precio final.
Sí, el servicio está disponible en ambos sentidos entre hoteles y aeropuerto.
Este traslado es adecuado para personas con cualquier nivel de movilidad.
Sí, la mayoría de los hoteles en Santorini cuentan con opciones de transporte público cercanas.
Tu traslado incluye recogida privada en el aeropuerto de Santorini o en cualquier hotel de la isla, agua embotellada fría esperándote a bordo, WiFi gratis durante todo el viaje para que puedas avisar a casa o consultar rutas al instante, y un vehículo con aire acondicionado conducido por alguien que conoce estas carreteras mejor que Google Maps.
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