Recorrerás pueblos tranquilos con historias locales, probarás higos calentados por el sol en Oia, nadarás en arena volcánica negra en Perissa tras un almuerzo junto al mar, y contemplarás Santorini desde el Monasterio de Profeta Elías mientras el crepúsculo pinta todo de dorado suave. Un guía privado adapta cada momento a tu ritmo — no se trata de tachar lugares, sino de sentir cada rincón en tu piel.
Nunca imaginé empezar el día con el aroma del café saliendo de una pequeña cafetería en Firostefani, pero ahí nos llamó nuestro guía Dimitris. Parecía que conocía a todo el mundo. El pueblo estaba medio dormido, los gatos estirándose en los escalones blancos, y el sol apenas comenzaba a brillar sobre esas cúpulas azules. Caminamos por callejones estrechos y Dimitris nos señaló la “corona” de Fira justo debajo. Quise sacar una foto, pero honestamente, ninguna cámara capta esa luz bien. Es casi demasiado brillante — tienes que entrecerrar los ojos y luego reírte de eso.
Después fuimos a Oia, y si has visto esas fotos de postal, pues… no mienten. Pero lo que me sorprendió fue lo tranquilo que estaba en algunos rincones si te alejabas de las multitudes. Encontramos a un anciano vendiendo higos cerca de una iglesia — me dio uno sin decir mucho y juro que sabía a sol (quizás suene cursi, pero qué más da). La palabra clave aquí es “tour privado en Santorini”, porque con Dimitris podíamos adelantar o quedarnos donde quisiéramos. Incluso nos mostró un atajo hacia los acantilados donde el viento soplaba tan fuerte que parecía que te iba a volar el sombrero.
Megalochori tenía esas casas con muros altos y puertas de madera que parecían estar ahí desde siempre. Dimitris nos contó historias de piratas — al parecer, la gente realmente se escondía detrás de esos muros. Las iglesias tenían campanarios elaborados; intenté contar las campanas pero me distrajo el aroma de carne a la parrilla que salía de una taberna. No comimos ahí; guardamos el apetito para la playa de Perissa, toda de arena negra que se mete en los zapatos sin importar lo que hagas. Almorzamos calamares fritos en un lugar frente al mar — nada fancy pero delicioso después de nadar (y sí, la arena estaba tan caliente como dicen).
Luego subimos hasta el Monasterio de Profeta Elías, el punto más alto de Santorini. El aire allá arriba cambió — más fresco, con flores silvestres alrededor de la capilla antigua y un silencio que te invita a susurrar. Se ve todo: viñedos bajando por un lado, la caldera al otro, mar por todos lados. De regreso paramos en el faro de Akrotiri para ver el atardecer; Dimitris dijo que los locales vienen aquí cuando quieren paz lejos del bullicio. Aún recuerdo esa vista — cielo rosa que se funde en agua azul oscuro, todo en calma salvo por una risa cercana.
Es un tour de día completo que cubre varios pueblos y playas de Santorini.
Sí, incluye recogida en el hotel y transporte privado en vehículo de lujo.
El recorrido incluye paradas en la Playa Roja y en la Playa de Arena Negra (Perissa/Perivolos).
El tour es totalmente personalizado según tus preferencias y prioridades del día.
Hay opción de almorzar en un restaurante frente al mar en Playa Negra; el costo de la comida puede ser aparte.
Puedes nadar en la Playa de Arena Negra (Perissa), con tiempo para relajarte o hacer deportes acuáticos.
Un guía local con experiencia y conductor te acompañará durante toda la excursión.
El tour es apto para todas las edades; se pueden usar cochecitos o asientos especiales si es necesario.
Tu día incluye recogida en hotel en un vehículo de lujo con aire acondicionado y WiFi, agua embotellada siempre a mano, guía local experto que conoce cada atajo e historia de Santorini, mapas para cada parada para no perderte en esos callejones, gel desinfectante por si quieres usarlo, y muchas oportunidades para disfrutar del almuerzo junto al mar antes de regresar al caer la tarde.
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