Escucharás campanas resonar en paredes blancas mientras recorres las callejuelas de Lindos, subirás antiguos escalones hasta la Acrópolis con vistas al mar y probarás un café griego fuerte bajo la sombra de buganvillas. Con recogida fácil en hotel y 3.5 horas libres en el pueblo, tendrás tiempo para aventura y relax, y quizás alguna historia para contar.
Lo primero que noté fue cómo se empañaban las ventanas del autobús al salir de Rodas; alguien se rió detrás de mí por el aire acondicionado, pero la verdad es que se agradecía después de la mañana pegajosa. Manos, nuestro conductor, saludó a alguien cerca de Kallithea (parece que todos se conocen aquí) y nos repartió unas pequeñas guías de papel con un mapa de Lindos. Guardé la mía en la mochila, pero terminé sacándola cada diez minutos. El viaje me sorprendió; entre olivares se asomaban destellos del mar azul y de repente apareció un monasterio encaramado sobre Kolymbia. Intenté hacer fotos a través del cristal, pero solo capté mi reflejo.
Paramos en un mirador clásico antes de llegar a Lindos; todos bajamos para contemplar esa vista. La Acrópolis se alza sobre su roca como vigilando todo. Una pareja alemana me pidió que les hiciera una foto y nos reímos porque ninguno lograba encuadrar todo. Al entrar en el pueblo de Lindos, estaba lleno de vida: niños corriendo con helados, tenderos saludando con un “¡Kalimera!”. Subí por las callejuelas estrechas (las piedras resbalan, así que lleva buen calzado) y llegué a una cafetería diminuta donde un anciano me sirvió un café espeso, con sabor a tierra y azúcar. No hablaba mucho inglés, pero señaló mi mapa y preguntó con una sonrisa: “¿Akropoli?”
Subí a la Acrópolis despacio, porque esos escalones son irregulares, y me quedé arriba con el sudor corriendo por la espalda, contemplando la bahía. Hace viento allí; a alguien se le voló el sombrero y todos aplaudimos cuando lo atraparon. Las ruinas son más antiguas de lo que esperaba: columnas pulidas por siglos de manos, y Lindos se extiende abajo como una postal. A veces todavía recuerdo esa vista cuando estoy atrapado en un atasco en casa.
3.5 horas parecen mucho hasta que te pierdes por esos callejones o te sientas a la sombra a comer pulpo a la parrilla (intenté pedirlo en griego y seguro que metí la pata). Las tiendas venden de todo, desde sandalias artesanales hasta imanes de nevera con forma de burro. Cuando llegó la hora de irnos, nadie tenía ganas de subir al bus, ni siquiera Manos, que bromeó diciendo que preferiría otra pausa para el café antes que conducir de vuelta por el valle de Afandou. Así que sí… si estás pensando en una excursión de un día a Lindos desde Rodas, Faliraki o donde sea que te alojes, simplemente hazlo.
Incluye 3.5 horas libres en Lindos más transporte ida y vuelta desde Rodas o resorts cercanos.
Sí, recogemos en hoteles de Ialyssos, Ixia, Kallithea, Faliraki y Rodas (incluido puerto de cruceros).
Sí, tendrás tiempo suficiente para visitar la Acrópolis por tu cuenta con el mapa que te damos.
No, no incluye comidas, pero tendrás tiempo para comer en restaurantes locales en Lindos.
Sí, los bebés pueden ir en brazos o en carrito durante el transporte.
Calzado cómodo, ya que las calles y los escalones de la Acrópolis son resbaladizos e irregulares.
Se recomienda estar en forma media por las subidas y escaleras en la Acrópolis.
Al subir al bus te entregarán una guía impresa con indicaciones e historia para explorar Lindos.
Tu día incluye transporte ida y vuelta en autobús con aire acondicionado, con recogida en hotel o puerto en Rodas, Ialyssos, Ixia, Kallithea o Faliraki; además de una guía para llevar con mapa y datos históricos para que explores Lindos a tu ritmo antes de regresar cómodamente por la tarde.
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