Viaja desde Heraklion al corazón de Creta: disfruta una limonada bajo un árbol centenario en Mochos, explora la mítica Cueva de Zeus con las historias de tu guía, y recorre las ruinas bañadas por el sol del Palacio de Knossos. Prueba miel y raki local, viaja cómodo y deja que las leyendas de Creta te calen hondo.
Lo primero que recuerdo no fueron las ruinas ni las montañas, sino ese aroma intenso y salvaje del tomillo que entraba por la ventana abierta al salir de Heraklion. Nuestro guía, Giorgos, hablaba de Creta como si fuera un viejo amigo al que quería que conociéramos bien. Apenas habíamos terminado el café cuando ya señalaba olivares y nos contaba cómo su abuela sigue haciendo raki en el pueblo de Mochos. Lo probé después y me quemó la garganta, pero de la mejor manera.
La carretera se enroscaba hacia la Meseta de Lasithi y de repente todo se volvió más silencioso, salvo por el tintinear de las campanas de las cabras que se escuchaba desde abajo. En Mochos paramos bajo un enorme plátano (Giorgos lo llamaba “el Árbol de los Escritores”, porque algunos poetas solían sentarse ahí). La corteza era fresca y rugosa cuando me apoyé con mi limonada. Los locales jugaban a las cartas cerca, sin prestarnos mucha atención, pero un anciano asintió cuando intenté decir “kalimera”. Fue un gesto sincero, ¿sabes?
Subir hasta la Cueva de Zeus fue más duro de lo que esperaba: piedras resbaladizas y viento que azotaba. Giorgos nos contó historias sobre el nacimiento de Zeus allí (aún no sé si realmente cree o solo le gusta contarlas). Dentro, el ambiente era húmedo y resonante; el agua goteaba en la oscuridad y la linterna del móvil apenas iluminaba. Pero estar ahí, pensando en aquellos antiguos que dejaban ofrendas… me puso la piel de gallina.
El Palacio de Knossos fue lo último: sol fuerte reflejándose en las piedras claras y niños corriendo por todos lados. Giorgos nos mostró frescos descoloridos y habló del rey Minos como si lo conociera de verdad (quizá así sea). Podríamos haber añadido el Museo Arqueológico de Heraklion, pero mi cabeza ya daba vueltas con tanta historia. Aún recuerdo esa vista desde la carretera al volver, con el sol poniéndose tras los olivos y el coche oliendo a miel tras la degustación.
El tour es de día completo con paradas en Mochos, Meseta de Lasithi, Cueva de Zeus, Palacio de Knossos y opcionalmente el Museo Arqueológico de Heraklion.
Sí, la recogida en hotel está incluida para tu comodidad.
Usa calzado cómodo porque hay que caminar cuesta arriba por senderos irregulares para llegar a la cueva.
Disfrutarás de degustación de miel y raki, además de agua embotellada durante el recorrido.
Sí, se admiten bebés y niños pequeños; hay cochecitos y sillas para bebés disponibles.
La visita al museo es opcional al final del tour; la entrada se paga aparte.
El vehículo es cómodo, pero algunas zonas requieren caminar por adoquines o subir escaleras.
Tu día incluye recogida en hotel en un vehículo VIP con aire acondicionado y agua embotellada siempre a mano; probarás miel y raki local durante el camino (créeme, no te lo pierdas), y hay nevera para lo que traigas. Un guía local experto te acompaña en cada paso, desde Mochos hasta el Palacio de Knossos, y hay botiquín por si hace falta antes de volver al atardecer.
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