En medio día en Andros, descubrirás ruinas antiguas, cascadas escondidas, pueblos con vida y hasta una cueva secreta. Este tour combina historia con el auténtico sabor local y te deja tiempo para explorar Chora a tu ritmo.
El aire en Paleopoli estaba fresco esa mañana, con un leve aroma a tomillo silvestre que subía desde la ladera. Nuestro guía, Yannis, nos llevó a un mirador sobre las ruinas de la antigua capital—ahora solo quedan unas piedras y columnas dispersas, pero casi podías imaginar la ciudad vibrando hace siglos. Nos señaló dónde estuvo el ágora. Saqué una foto, aunque la verdad no refleja lo tranquilo que se siente allí arriba.
Luego fuimos a Menites. El pueblo está escondido bajo enormes plátanos, y se oye el agua por todas partes—brotando de fuentes con cabezas de león hacia pequeñas pilas de piedra. Justo detrás de la plaza principal hay un bosque de nogales; paseamos un rato mientras Yannis nos sorprendía con un truco de magia rápido usando una moneda y una cáscara de nuez. Todos nos reímos, incluso la pareja mayor de Atenas.
Después de un corto trayecto llegamos a Apikia. El camino a las cascadas de Pithara dura unos 15 minutos, pero cuidado con las piedras, que pueden estar resbaladizas si ha llovido la noche anterior (y llovió). Las cascadas no son enormes, pero están escondidas en una vegetación tan densa que parece fuera de lugar en las Cícladas. Si prestas atención, puedes oír ranas croando.
La cueva de Foros era más pequeña de lo que esperaba, pero llena de formaciones rocosas curiosas y un aire fresco. Nuestro guía contó algunas leyendas locales—una sobre un pastor que se perdió dentro hace mucho tiempo. Si sufres de claustrofobia, tal vez mejor saltarte esta parte; pero vale la pena entrar a echar un vistazo.
Terminamos en Chora, el pueblo principal de Andros. Calles empedradas, tienditas con dulces de almendra (yo compré unos en la pastelería de Laskarina), y la estatua del Marinero Invisible mirando al mar. Al final del espigón hay un antiguo castillo veneciano—medio en ruinas pero impresionante frente a las olas. Tuvimos unos 45 minutos para pasear o tomar un café antes de volver a Batsi. Me quedé sentado en un banco viendo a los locales charlar frente a la panadería.
Se camina un poco por los pueblos y unos 15 minutos por un sendero rocoso hasta las cascadas de Pithara. La mayoría es tranquilo, pero es mejor llevar calzado cómodo.
¡Sí! La mayoría de las paradas son accesibles con carrito, salvo quizá la cueva de Foros y parte del camino a las cascadas.
Claro que sí—los niños suelen disfrutar el truco de magia en Menites y explorar la cueva (si no les da miedo los espacios pequeños).
Tendrás unos 45 minutos libres en Chora para comprar o tomar algo en alguna de las cafeterías o panaderías locales.
Tu transporte incluye WiFi a bordo (ideal para compartir fotos al instante), agua embotellada para refrescarte y vehículo con aire acondicionado para viajar cómodo entre paradas.
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