Pedalea por las calles tranquilas de Versalles con un guía local, compra delicias para picnic en el mercado, explora jardines y fuentes que pocos visitan, y descubre el palacio con alguien que conoce cada rincón oculto. Risas, sabores auténticos y momentos para recordar te esperan.
¿Cómo se siente recorrer Versalles en bici en vez de avanzar a paso lento entre la multitud? Yo también me lo preguntaba — hasta que nos vimos tambaleándonos un poco al principio en estas bicis de estilo vintage (con frenos modernos, gracias a Dios), siguiendo a nuestra guía Camille que saludaba a la florista por su nombre mientras pasábamos por panaderías dormidas y niños con cárdigans azul marino. El aire olía a lluvia sobre piedra, algo que no esperaba en junio. Paramos en el mercado del pueblo para elegir quesos para el almuerzo — intenté pronunciar “Comté” bien, pero el vendedor solo sonrió y me dio una loncha. Tenía un sabor más intenso de lo que imaginaba.
El paseo no fue difícil — terreno casi plano y con vistas fugaces del palacio asomándose entre los árboles. Camille nos contaba con calma sobre las fiestas de Luis XIV o los secretos de María Antonieta. A veces se detenía para que escucháramos las fuentes o viéramos a los jardineros con sus monos verdes recortando setos con tijeras diminutas (en serio). Dejamos las bicis junto al Gran Canal para el picnic — pan aún tibio de la panadería, fresas que sabían a sol. Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio mirando el agua. Esa vista todavía me acompaña.
Después del almuerzo paseamos por la Aldea de María Antonieta — una experiencia casi mágica ver esas casitas de cuento tras tanto oro dentro del palacio principal. Y por fin entramos: Salón de los Espejos, salas oficiales, todo ese drama. Camille nos dio auriculares para no perdernos nada aunque hubiera gente alrededor; es de esas guías que te llevan dentro y hacen que todo tenga sentido sin sonar ensayadas. Mis pies estaban cansados, pero mi cabeza llena de historias. Difícil creer que todo eso cupiera en una escapada de un día desde París.
Sí, es un paseo fácil por terreno mayormente plano y para todos los niveles de forma física.
Sí, todas las entradas a Versalles están incluidas en tu día.
Sí, tu guía oficial te acompaña dentro; no necesitarás audioguías.
Las bicicletas están incluidas; cascos y asientos para niños se ofrecen sin coste extra bajo petición.
No, las compras para el picnic en el mercado corren por cuenta de los participantes.
El tour se realiza con lluvia o sol; se proporcionan impermeables si hace falta.
Los grupos son pequeños para ofrecer una experiencia más cercana y personalizada.
No, se proporcionan auriculares para que escuches bien a tu guía dentro.
Tu día incluye bicicletas cómodas de estilo vintage (con tecnología moderna), todas las entradas a los sitios de Versalles incluyendo jardines y el interior del palacio, uso de auriculares para la visita guiada dentro del Château, impermeables en caso de lluvia, grupos pequeños para atención personalizada de tu guía local oficial — y mucho buen humor durante el recorrido.
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