Recorre las calles serpenteantes y parques junto al río de Toulouse con un guía local — para en la catedral de Saint-Etienne, cruza las piedras del Pont Neuf y deslízate junto a los barcos en el Canal du Midi. Risas, sorpresas (y quizás piernas cansadas), más historias que no encontrarás en ninguna guía — solo trae tu curiosidad.
No esperaba sentirme tan torpe subiendo a una bici otra vez en Toulouse — hacía años que no montaba una sin estar atrapado en el tráfico. Nuestro guía, Antoine, solo sonrió y ajustó mi asiento sin hacer drama. Enseguida nos metimos por calles estrechas, con esos ladrillos de un rosa suave que todos mencionan pero que realmente brilla con la luz de la mañana. Olí pan recién hecho que salía de una panadería en una calle lateral, y me dio hambre aunque apenas habíamos empezado.
Primero paramos en la catedral de Saint-Etienne — Antoine nos contó que es como un collage de siglos diferentes (y tenía razón, nada encajaba del todo). Hubo un momento de silencio cuando sonaron las campanas y todos nos quedamos en pausa. Después, la Place du Capitole se sintió más viva — estudiantes riendo cerca de la fuente, alguien tocando el acordeón a un lado. Es curioso cómo puedes sentirte a la vez un extraño y parte del bullicio. La palabra clave para este tour es sin duda “tour en bici por Toulouse”, pero en realidad fue más como descubrir secretos que tachar lugares de una lista.
El río Garona estaba más animado de lo que imaginaba — remeros cortando el agua, parejas sentadas en la orilla con los pies colgando. Cruzamos el Pont Neuf (que en realidad no es tan “nuevo”) y Antoine nos contó una historia sobre su construcción que solo recuerdo a medias porque me distraje con lo suave que se sentían las piedras bajo mis ruedas. Más tarde, al rodar junto al Canal du Midi, el aire fresco y húmedo y las hojas rozando mis brazos al pasar bajo las ramas bajas creaban una atmósfera genial. Alguien gritó “¡bonjour!” desde un barco que pasaba; saludé con la mano antes de darme cuenta de lo ridículo que debía verme.
Sigo pensando en ese instante junto a la basílica de Saint-Sernin cuando Antoine señaló unos grabados que nunca habría notado solo — dijo que peregrinos llevan siglos parando ahí. Me hizo imaginar quién más habrá estado en ese mismo lugar, quizá también sudando un poco tras pedalear por la ciudad. Terminamos cerca del Port Saint-Sauveur, donde el canal se abre ancho; nadie quería devolver la bici. Así que sí, si estás pensando en un paseo en bici por Toulouse con un guía local, no te preocupes tanto por tu nivel o lo que vas a ver — prepárate para sentirte parte de todo durante unas horas.
El recorrido cubre los puntos clave del centro de Toulouse y suele durar unas 3 horas.
Sí, los participantes deben medir más de 1,55 m y tener más de 12 años para montar su propia bici; hay sillas para niños de entre 9 y 22 kg.
Visitarás la catedral de Saint-Etienne, la Place du Capitole, la basílica de Saint-Sernin, el Pont Neuf, el hotel Assezat, el Canal du Midi y más.
El tour sigue con lluvia ligera, pero puede cancelarse o reprogramarse en caso de tormentas fuertes o viento intenso.
Sí, el uso de bicicletas cómodas está incluido para todos los participantes.
No, no incluye almuerzo; pero pasarás por muchos cafés y panaderías en el camino.
Niños entre 9 y 22 kg pueden usar las sillas infantiles proporcionadas; los mayores deben cumplir con la altura para montar solos.
El punto de partida está en el centro; los detalles se facilitan al reservar. Hay opciones de transporte público cerca.
Tu día incluye una bicicleta cómoda adaptada a tu talla (o silla para niños si hace falta), guía local experto que te acompañará por las principales atracciones del centro de Toulouse como el Canal du Midi y el Pont Neuf, además de acceso a baños durante las paradas — solo llega con ganas de pedalear y descubrir, todo está organizado para ti.
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