Sube en ascensor la Torre Eiffel con un guía local que anima el recorrido (aunque haya fila). Disfruta las vistas desde el segundo piso, descubre leyendas y datos curiosos, y siente la auténtica energía parisina —tu entrada está incluida para que solo te concentres en vivir el momento.
Confieso que no esperaba ponerme nervioso justo antes de subir al ascensor de la Torre Eiffel, pero ahí estaba, ese cosquilleo en el estómago mientras hacíamos la fila. Nuestra guía, Camille, lo notó y sonrió, contándonos cómo fue su primera vez de niña (al parecer lloró a mitad del camino). La espera no fue corta, pero ella nos hizo reír con anécdotas sobre “la Dama de Hierro” y algunos mitos locos, como que la gente creía que se caería con el viento. De repente, llegó el aroma de castañas asadas desde un vendedor callejero, y eso hizo que todo se sintiera más real que cualquier postal brillante.
El ascensor fue sorprendentemente suave —casi demasiado rápido— y de repente París se abrió bajo nuestros pies. Camille señaló dónde vivió Hemingway y bromeó sobre cómo los parisinos fingen no importarles la vista (pero en secreto les encanta). La ciudad se veía suave y pálida bajo las nubes de primavera, con pequeños puntos moviéndose por el Sena. Intenté decir “Tour Eiffel” bien; Li se rió cuando lo pronuncié mal. Hay algo especial en estar ahí arriba con gente de todo el mundo —se escuchaba portugués, mandarín, un poco de inglés— todos estirando el cuello para esa foto imposible. Es ruidoso, pero también tiene un aire de calma en los bordes.
Si eliges la opción de la cima (nosotros no esta vez), puedes subir aún más alto. Pero, sinceramente, el segundo piso ya es bastante vertiginoso si no estás acostumbrado a las alturas. Me apoyé en las frías barandillas de hierro y me dejé llevar viendo París un rato. Camille nos contó que Gustave Eiffel tenía un apartamento escondido en la cima —todavía me pregunto qué veía desde ahí de noche. Bajamos con calma, nadie nos apuró. Y sí, a veces todavía recuerdo esa vista cuando veo París en la tele.
El acceso a la cima solo está incluido si lo eliges al reservar; de lo contrario, tu entrada cubre hasta el segundo piso.
Sí, tu entrada incluye el ascensor hasta el segundo piso de la Torre Eiffel.
La entrada está incluida en el precio del tour; no necesitas comprar nada por separado.
Sí, un guía local experto acompañará a tu grupo durante toda la experiencia en la Torre Eiffel.
No, no incluye recogida; te encontrarás con el guía cerca de la entrada de la Torre Eiffel.
Sí, se admiten bebés y niños pequeños; se permiten cochecitos y hay asientos especiales para bebés.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante la visita a la Torre Eiffel.
La zona de la Torre Eiffel está bien conectada con transporte público para facilitar el acceso.
Tu experiencia incluye un recorrido con un guía local experto, entradas para el ascensor al segundo piso de la Torre Eiffel (y la cima si eliges esa opción), además de tiempo para fotos y disfrutar las vistas de París antes de bajar a tu ritmo.
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