Prueba pasteles frescos en el barrio judío de París, pasea por las viejas mansiones de Le Marais mientras las historias de tu guía te envuelven, detente donde Victor Hugo escribió sus novelas y disfruta la energía vibrante de los cafés LGBT. Una caminata que despierta curiosidad y, quizá, un poco de hambre por más.
Alguien se ríe detrás de mí: es nuestra guía, Chantal, agitando un croissant en una mano y señalando una puerta con la otra. Todavía estoy masticando el último bocado de esa pequeña panadería kosher donde nos refugiamos cerca de la Rue des Rosiers. El aire olía a challah recién horneada y café, y la verdad, podría haberme quedado allí toda la mañana. Pero Chantal tenía esa manera de empujarnos suavemente (“¡Vamos, luego me lo agradecerás!”), así que nos perdimos por calles estrechas donde las piedras parecían más antiguas que cualquier cosa en casa.
No esperaba que la arquitectura me atrapara, pero esos Hôtel Particuliers —esas imponentes mansiones urbanas— me calaron hondo. Hay algo en sus puertas azules desgastadas y balcones de hierro que te invita a asomarte. En la Place des Vosges, nos detuvo justo donde vivió Victor Hugo (traté de imaginarlo escribiendo Notre-Dame de París mientras los niños jugaban al fútbol afuera). La luz del sol se colaba entre los árboles; alguien tocaba el acordeón cerca, suena a cliché, pero fue real.
Nos desviamos de la ruta principal hacia patios tranquilos, más frescos y verdes que las calles llenas de gente. Chantal señaló antiguos carteles en yidis sobre los escaparates y contó historias de familias que vivieron aquí por generaciones. De repente, estábamos en el corazón del barrio LGBT: banderas arcoíris colgadas en las sillas de los cafés, parejas riendo en las mesas de la acera. Nos dio tiempo para curiosear en tiendas vintage (encontré una bufanda que probablemente nunca usaré, pero no pude resistirme). En Le Marais se siente que todo se mezcla: el París antiguo y el nuevo, la tradición y el cambio, y puedes caminar justo en medio de todo eso.
Sí, el recorrido es accesible para sillas de ruedas en todo Le Marais.
Sí, visitarás ambos barrios durante el paseo.
No incluye comidas, pero pasarás por panaderías y cafés donde puedes comprar algo para picar.
Son unos 5 a 10 minutos caminando entre Place des Vosges y Rue des Rosiers.
Sí, hay varias opciones de transporte público cerca de Le Marais.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o silla de paseo durante el recorrido.
Sí, los animales de servicio son bienvenidos en el tour.
Tu día incluye un tour guiado a pie por Le Marais con paradas en Place des Vosges, paseos frente a mansiones y patios históricos, visitas a los barrios judío y LGBT, todo con un guía local. La ruta es apta para sillas de ruedas y cochecitos; si necesitas, hay transporte público cerca.
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