Viaja cómodamente desde el puerto de Séte a Carcassonne, haciendo antes una parada para disfrutar del mar desde Mont Saint Clair. Explora a tu aire la ciudad medieval, disfruta de un almuerzo flexible y déjate sorprender por sus calles y el Castillo Condal en esta excursión privada de día completo.
Lo primero que recuerdo es cómo cambió el aire al parar en Mont Saint Clair. No es solo un mirador, tiene ese toque salado en la brisa, y desde arriba ves todo Séte como un mapa costurero, con los canales serpenteando como si alguien los hubiera dibujado con tinta azul. Nuestro conductor, Jean-Luc, señalaba los barcos de pesca que se mecían en el puerto y se reía cuando intentaba pronunciar “étang” (aún creo que no lo logro). La van era casi demasiado lujosa para nosotros: asientos de cuero, un techo estrellado que resultaba sorprendentemente relajante y espacio de sobra para que nadie tuviera que pelear por el codo.
El trayecto a Carcassonne duró cerca de una hora y cuarenta minutos, pero se pasó volando. Había WiFi en la van, así que mi sobrina escuchaba música (en voz baja, gracias a Dios) y de vez en cuando podías ver viñedos o antiguas granjas de piedra a través de la ventana. Cuando finalmente llegamos frente a esas murallas medievales —que por cierto son gigantes— me impactó lo antiguo que se sentía todo. Recogimos las audioguías en la oficina de turismo (está a la izquierda al entrar) y nos lanzamos a explorar a nuestro ritmo. Los adoquines son irregulares y se siente un aroma tenue a pan recién horneado mezclado con un toque herbal de alguna tienda cercana. Me perdí un rato dentro del Castillo Condal, escuchando una historia sobre estrategias de asedio apoyada en la fresca piedra. El almuerzo fue libre; encontramos un lugarcito con cassoulet que me dejó casi en coma alimenticio.
Cuatro horas suenan a mucho tiempo hasta que estás dentro de Carcassonne. Siempre hay una callejuela, una torre o una tienda de espadas de madera (mi sobrino insistió en comprar una). Al final todos regresamos a la van, cansados pero emocionados, con quemaduras de sol en zonas insólitas. De camino de vuelta al puerto de Séte no dejaba de pensar en esas vistas desde Mont Saint Clair al principio del día. Curioso cómo a veces los momentos tranquilos se quedan más en la memoria que cualquier muralla.
El viaje en van privado dura alrededor de 1 hora y 40 minutos en cada sentido.
Sí, el tour privado incluye recogida y regreso en el puerto de Séte.
Dispones de 4 horas para explorar Carcassonne y almorzar con calma.
Puedes recoger audioguías en la oficina de turismo cerca de la entrada; algunas pueden tener un pequeño coste.
No, el almuerzo no está incluido, pero puedes elegir libremente dónde comer dentro de Carcassonne.
El tour se realiza en una Mercedes V class de lujo, con asientos de cuero y doble aire acondicionado.
Sí, los bebés pueden ir en cochecitos; si es necesario, se dispone de sillitas infantiles especiales.
El día incluye recogida y regreso directo en el puerto de Séte, viaje en una van Mercedes V class con WiFi y cargadores para móvil, además de tiempo suficiente para explorar Mont Saint Clair y la ciudad medieval de Carcassonne a tu ritmo antes de volver cómodamente por la tarde.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?