Vive un paseo en lancha rápida en grupo pequeño desde Porto con un capitán local por las rocas rojas de Calanches de Piana y las calas escondidas de la Reserva de Scandola. Busca delfines, nada en Girolata si el clima lo permite y acércate hasta casi tocar los acantilados. El aire marino y las historias corsas te acompañarán mucho después de volver a tierra.
Con las manos agarradas al pasamanos, sentí la primera salpicadura antes de levantar la vista: salada, fría y tan intensa que me hizo reír sin querer. Nuestro capitán, Jean-Marc (con ese brillo corsario en la mirada), nos llevó fuera del pequeño puerto de Porto directo a ese azul salvaje. Apuntó hacia las Calanches de Piana casi de inmediato: esas rocas rojas realmente brillan, incluso bajo las nubes. Intenté hacer una foto, pero la luz cambiante sobre la piedra no se captaba bien. Había un olor a algas mezclado con aceite de motor, no desagradable, sino... auténtico.
Nos metimos en cuevas estrechas donde todo quedó en silencio, salvo el agua golpeando el casco. Jean-Marc bajó la velocidad para que pudiéramos mirar hacia abajo; gracias a una cámara submarina que había instalado, vimos peces nadando justo bajo nosotros. En un momento alguien gritó “¡delfines!” y pensé que bromeaba, pero ahí estaban, esas aletas cortando el agua. Por un rato todos dejamos de hablar. La palabra clave aquí es crucero Calanches de Piana, pero en realidad se sentía más como un paseo furtivo por el parque natural de la isla.
Paramos cerca de Girolata para nadar — veinte minutos si querías (yo dudé porque el agua parecía helada, pero al final me lancé). La piel me hormigueó un buen rato después; sol en los hombros mojados, sal secándose rápido. No esperaba sentirme tan vivo solo flotando y mirando esos acantilados. De vuelta, Jean-Marc nos contó viejas historias de la Reserva de Scandola — mitad en francés, mitad con gestos — y todavía recuerdo esa vista cuando doblamos la última curva rumbo a Porto.
La duración no está especificada, pero incluye el trayecto desde Porto con paradas en Calanches de Piana, Reserva de Scandola, el pueblo de Girolata y un baño de 20 minutos si el clima lo permite.
Sí, hay una parada para nadar de 20 minutos según las condiciones del tiempo.
Se utiliza una cómoda lancha rápida de 12 plazas diseñada para excursiones marítimas con cámara submarina.
Sí, el capitán o guía está certificado y ofrece explicaciones durante el recorrido.
El barco es apto para familias y niños, salvo que tengan restricciones de salud indicadas en la información adicional.
No se menciona recogida en hotel; la salida es desde el puerto de Porto.
Sí, se permiten animales de servicio en esta excursión.
Existe la posibilidad de avistar delfines u otros cetáceos durante el paseo.
Tu día incluye un guía local certificado al mando de una lancha rápida de 12 plazas que sale del puerto de Porto; explicaciones durante toda la excursión; acceso a cuevas y vistas muy cercanas de Calanches de Piana y la Reserva de Scandola; además de una parada para nadar cerca de Girolata si el tiempo lo permite antes de regresar al puerto.
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