Sube a un barco pequeño en Porto para navegar entre los acantilados rojos de Calanches de Piana y entrar en cuevas marinas solo accesibles para embarcaciones pequeñas. Con un guía local que cuenta historias en inglés o francés, podrás ver fauna en la Reserva de Scandola y hacer una parada en Girolata para tomar café entre cabras. No es solo paisaje, es sentirte parte de esta costa salvaje por unas horas.
Lo primero que me llamó la atención fue el color: esos acantilados rojos de Calanches de Piana parecían brillar sobre el agua azul. Apenas habíamos salido de Porto cuando nuestro guía, Antoine, redujo la velocidad para que pudiéramos asomarnos y sentir la brisa marina. Señaló un cormorán posado en una roca, como si fuera el dueño del lugar. El aire olía a sal, pero también a pino, algo que venía de las colinas cercanas. Esa mezcla no me la esperaba.
Nuestro pequeño barco semirrígido llevaba solo doce personas, así que se sentía más como un grupo de amigos que como un tour. En un momento, Antoine sonrió y nos metió en una cueva estrecha; la verdad, me agaché aunque había espacio de sobra. Las paredes eran ásperas al tacto, frescas y húmedas. Alguien vio delfines a un lado (yo no los vi al principio porque estaba hipnotizado con la luz que se reflejaba dentro de la cueva). Estar tan cerca del agua en la Reserva de Scandola te hace sentir pequeño, pero afortunado.
Paramos en Girolata para tomar un café —o quizás solo fue una excusa para estirar las piernas y ver pasar a unas cabras (una intentó comerse el mapa de alguien). Todo el lugar parece aislado, rodeado solo por el mar y el cielo. De regreso, el viento se levantó y me empapé de salpicaduras; horas después mi pelo seguía oliendo a mar. No sé si alguien más notó el silencio que se hizo por un momento cuando dejamos atrás esos acantilados rojos. Esa vista se queda contigo.
El barco tiene capacidad para 12 pasajeros por viaje.
Sí, los guías hablan inglés y francés durante el recorrido.
Es posible ver delfines u otros cetáceos, pero no está garantizado.
Sí, se hace una parada en el pueblo de Girolata durante la excursión.
Sí, se permiten animales de servicio a bordo.
No, no se recomienda para viajeros con lesiones en la columna.
No incluye almuerzo; hay tiempo para tomar café o snacks en Girolata.
El tamaño pequeño del barco permite entrar en cuevas y acercarse mucho a las formaciones rocosas.
Tu día incluye un paseo en barco desde Porto con un guía bilingüe en inglés y francés a bordo de un semirrígido para 12 personas, ideal para explorar cuevas marinas y calas rocosas. Visitarás Calanches de Piana, entrarás en zonas de la Reserva de Scandola inaccesibles para barcos grandes, harás una parada en Girolata para tiempo libre y tendrás oportunidad de avistar delfines antes de regresar a Porto.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?