Únete a un grupo pequeño cerca de Levi para una auténtica experiencia de pesca en hielo con guía local: perfora el hielo grueso del lago, lanza tu línea en aguas árticas, disfruta bebidas calientes junto al fuego y, si tienes suerte, prueba pescado recién capturado. Es tranquilo, divertido a ratos y siempre auténtico — una aventura que recordarás mucho después de que se te calienten los pies.
“¿Alguna vez has perforado un metro de hielo?” nos preguntó sonriendo Mika, nuestro guía, mientras me pasaba un taladro pesado que parecía sacado de una saga vikinga. Yo nunca había estado sobre un lago congelado, así que solo pensarlo ya me congelaba las manos. Nos encontramos en Levi, nos metimos en la furgoneta abrigados hasta arriba, con termos que tintineaban y el aliento empañando las ventanas. El viaje fue silencioso — nieve por todos lados, árboles como fantasmas — y de repente estábamos ahí, sobre lo que Mika aseguraba era un hielo “muy seguro”. Al principio me movía como un pingüino.
Lo primero que me impactó fue el silencio. No ese silencio de ciudad, sino uno real, roto solo por el crujir de las botas y la risa de Mika cuando intenté decir “pilkkiminen” (pesca en hielo) en finlandés. Nos enseñó a perforar; es más difícil de lo que parece, en serio. El aire olía a limpio y fresco, casi metálico, y cuando finalmente dejamos caer las líneas por esos pequeños agujeros negros en el hielo, sentí una esperanza extraña — como si algo picara solo porque habíamos puesto esfuerzo. Los dedos de los pies se me entumecieron, pero a nadie le importó; alguien pasó un termo con jugo caliente de bayas que sabía mejor que cualquier café caro de casa.
No pesqué nada (aunque lo intenté), pero uno de los niños sí — un perca pequeñito, todo rayas y actitud. Mika lo frió ahí mismo sobre la hoguera con pan y queso que había traído. El humo me entró en los ojos y los guantes me quedaron oliendo a pescado. Nos sentamos a contar historias mientras la nieve empezaba a caer de nuevo — copos lentos que casi podías atrapar con la lengua si te esforzabas. No dejaba de pensar en lo lejos que parecía estar todo lo demás desde allí.
De vuelta a Levi, Mika nos mostró algunas fotos que había tomado durante el día — dijo que luego nos las pasarían con una contraseña o algo así. Mi móvil apenas funcionaba allí, así que me alegro de que alguien se encargara de documentarlo todo. Incluso ahora, días después, puedo sentir ese aire frío en mis pulmones cada vez que lo recuerdo.
La excursión incluye unos 20 minutos de viaje por trayecto más el tiempo para pescar y disfrutar de snacks en el lago.
La recogida en hotel está incluida si te alojas fuera del centro de Levi; si no, el punto de encuentro es un lugar designado.
Sí, niños a partir de 4 años pueden unirse siempre que haya al menos dos personas por reserva.
Vístete con ropa de abrigo en capas, adecuada para el invierno ártico; todo el equipo de pesca lo proporciona el guía.
Si alguien pesca un pez lo suficientemente grande, el guía puede freírlo en la hoguera para compartirlo.
El guía te dará acceso a una colección de fotos editadas después del tour mediante un sistema con contraseña.
Tu día incluye recogida en hotel si es necesario (o punto de encuentro en Levi), transporte a un lago congelado cercano con todo el equipo de pesca en hielo proporcionado por tu guía de naturaleza, ayuda experta para perforar y aprender técnicas, bebidas calientes y snacks junto al fuego y, si la suerte acompaña, una degustación de pescado recién capturado cocinado allí mismo antes de volver con acceso a las fotos de tu aventura.
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