Recorrerás los tranquilos bosques de Nuuksio con un grupo pequeño, guiado por un local que conoce cada rincón del sendero. Prepárate para botas embarradas, jugo de bayas caliente junto a una hoguera chispeante, historias sobre la naturaleza finlandesa que no encontrarás en internet — y quizás hasta nuevos amigos cuando te dejen de vuelta en Helsinki.
Lo primero que se torció fue mi cordón de zapato — se desató antes de que siquiera saliéramos de la furgoneta en Nuuksio. Nuestro guía, Timo, sonrió y dijo que era una buena señal (no sé si lo decía en serio). El bosque aquí se siente distinto a cualquiera que haya conocido: musgo húmedo bajo los pies, aire fresco con aroma a pino, y un silencio que te hace darte cuenta de lo ruidosas que son las ciudades. Empezamos a un ritmo tranquilo, pero yo no paraba de tocar el líquen en las rocas — es más suave de lo que parece, casi como fieltro. Timo no nos apuró; nos señalaba moras árticas y algún pájaro cuyo nombre olvidé al instante.
No esperaba que las colinas fueran tan… reales. No difíciles exactamente, pero sí lo suficiente para acelerar el pulso y calentar las mejillas. En un momento llegamos a un mirador — sin señalizar ni nada, solo un claro donde los árboles se abrieron y apareció un lago azul abajo, tranquilo como un espejo. Alguien bromeó con meterse a nadar (hacía unos 9°C), pero la verdad es que lo pensé por un segundo. El sendero bajaba hacia el agua después de eso, crujía bajo ramas y hojas del año pasado. Hubo un instante en que cambió el viento y se olía humo adelante — nuestro fuego esperando.
Sentados junto al fuego, con las botas soltando un poco de vapor, Timo pasó tazas con jugo de bayas que él mismo había preparado (ácido, dulce, con un toque salvaje). Asó unos panecillos finlandeses en palos — el mío se quemó un poco pero me lo comí igual. Hubo risas cuando alguien intentó pronunciar “karjalanpiirakka” y falló estrepitosamente; Timo solo negó con la cabeza. No parecía un tour, sino como si nos hubieran dejado entrar a algo muy local por una tarde. De regreso a Helsinki, mirando los árboles pasar borrosos por la ventana, me di cuenta de que no había mirado el móvil ni una vez en todo el día.
La ruta es de unos 7 kilómetros y toma entre 2 y 2.5 horas a un ritmo relajado.
Sí, el transporte ida y vuelta desde el centro de Helsinki está incluido en este tour.
Durante el descanso junto al fuego disfrutarás de snacks tradicionales finlandeses y jugo casero de bayas.
Sí, es apta para todos los niveles de condición física, aunque no se recomienda para personas con cirugías recientes o movilidad reducida.
Sí, los animales de servicio están permitidos en este tour.
Sí, un guía local experto te acompañará y compartirá historias durante el recorrido.
El parque está lo suficientemente cerca para una excursión de un día desde el centro de Helsinki, con transporte incluido.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde el centro de Helsinki hasta los bosques de Nuuksio, guía durante toda la caminata con muchas historias, además de jugo casero de bayas y snacks finlandeses junto a una hoguera antes de regresar juntos a la ciudad.
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