Saldrás a navegar justo desde Waikiki en un catamarán colorido, disfrutando cócteles o jugos mientras Diamond Head se asoma al otro lado del mar. Con música y relatos de locales, verás cómo cambian los colores del atardecer en la costa sur de Oahu antes de volver bajo las luces de la ciudad—y si tienes suerte, hasta podrás ver ese raro destello verde.
Casi pierdo el barco, literal. Justo cuando llegué a la arena de Waikiki, se me rompió la tira de la sandalia, así que caminé cojeando hacia el catamarán Ke Kai sintiéndome un turista medio torpe. La tripulación ni se inmutó, solo me sonrió y me saludó con esa tranquilidad típica de aquí. En el aire se sentía un leve aroma a sal y protector solar, y alguien reía al otro lado del agua. Era como si todos compartieran un secreto sobre lo increíbles que pueden ser las tardes en Oahu.
El catamarán es enorme, de colores amarillo y púrpura, algo llamativo pero que encajaba perfecto con el cielo dorado y rosado. Salimos de la bahía de Mamala mientras nuestro guía (creo que se llamaba Kaleo) señalaba dónde comienza a levantarse Diamond Head detrás de Waikiki. Nos contó la historia de su antiguo cráter volcánico, como si fuera un guardián de la ciudad. Pedí un mai tai (los sirven bien cargados) y me apoyé en la barandilla. La brisa del mar se sentía fresca por primera vez después de una tarde pegajosa; mi cabello quedó con ese enredo salado que nunca logro desenredar después.
Sonaba música—algo de ritmos isleños mezclados con pop clásico—y la gente empezó a soltarse y charlar más a medida que nos alejábamos de la costa. En un momento alguien preguntó si veríamos el “destello verde” al atardecer; Kaleo se encogió de hombros y dijo que nunca se sabe, pero que estuviéramos atentos. Intenté verlo pero terminé entrecerrando los ojos contra el sol, riéndome un poco de mí misma. Hubo un instante en que todo quedó en silencio, solo se oían las olas golpeando bajo nosotros y un niño cercano señalando Diamond Head con los dedos pegajosos de jugo de piña.
No esperaba sentirme tan relajada rodeada de desconocidos, la verdad. Quizá fueron las bebidas o simplemente estar ahí, con Honolulu iluminándose detrás y sin nada urgente que hacer durante 90 minutos. Aún ahora recuerdo esa vista—el último rayo de sol tocando el borde del cráter—y cómo nadie parecía tener prisa por regresar.
El paseo al atardecer dura aproximadamente 90 minutos.
Sí, incluye bebidas alcohólicas y no alcohólicas gratis para los pasajeros.
El catamarán Ke Kai zarpa directamente desde la playa de Waikiki en la bahía de Mamala.
Sí, tendrás vistas constantes del Monumento Estatal Diamond Head desde el mar.
Sí, se reproduce música durante todo el paseo para que los pasajeros disfruten.
Sí, se permite la entrada a bebés y niños pequeños; pueden ir en cochecito o carriola.
Sí, los animales de servicio están permitidos a bordo.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de la playa de Waikiki.
Tu tarde incluye navegar desde la playa de Waikiki en un catamarán colorido con Coronas, mai tais, cócteles de ron o vodka (para mayores de 21 años), además de refrescos y jugos tropicales para todos. La amable tripulación local comparte historias mientras recorres la costa sur de Oahu, disfrutando las vistas de Diamond Head antes de regresar bajo las luces de la ciudad.
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