Corre por los pantanos privados de Luisiana en un tour en hidrodeslizador desde Nueva Orleans, acompañado por un capitán local que comparte historias y señala animales que no verías solo. Incluye recogida en hotel, protección auditiva para el motor y momentos de silencio bajo árboles milenarios, con alguna sorpresa en el camino.
Lo admito — estaba un poco nervioso al subir al hidrodeslizador, sobre todo cuando el capitán sonrió y dijo: “Agárrense bien, amigos.” El pantano se sentía cercano y lleno de vida, no como una postal lejana. El musgo español colgaba por todas partes y el agua olía a tierra húmeda con un toque dulce. Estábamos a unos 35 minutos del centro de Nueva Orleans, pero parecía otro mundo. El motor rugió (nos dieron protección para los oídos de inmediato) y de repente íbamos deslizándonos sobre el agua cristalina más rápido de lo que esperaba. Tuve que sujetarme el sombrero antes de que saliera volando.
Nuestro guía — el Capitán Ray — conocía cada recoveco del bayou. A veces bajaba la velocidad para señalar caimanes tomando el sol o aves escondidas entre los juncos (todavía no sé cómo los veía). Contó historias de su infancia cerca de ahí y cómo su abuelo pescaba en esos mismos canales. No había otros barcos, solo nosotros y los sonidos del pantano: ranas croando, el viento entre cipreses, un garza que levantó vuelo de repente. En un momento intenté pronunciar “Tchefuncte” como él; Ray se rió y negó con la cabeza.
La velocidad era impresionante, pero honestamente, lo que más me quedó grabado fueron esos momentos de calma bajo los árboles. La luz del sol se colaba entre las ramas y todo olía a verde y barro al mismo tiempo. Es difícil de explicar si no has estado ahí — te sientes pequeño pero afortunado. El tour en hidrodeslizador duró cerca de una hora y media, pero el tiempo parecía extraño; miraba el móvil porque parecía ir rápido y lento a la vez. Cuando regresamos, tenía el pelo hecho un desastre y las mejillas me dolían de tanto sonreír. A veces aún recuerdo esa sensación cuando el ruido de la ciudad me agobia.
El lugar del tour está a unos 35 minutos del centro de Nueva Orleans en coche o autobús.
Sí, hay recogida y regreso al hotel para quienes se alojan en el centro de Nueva Orleans.
El recorrido en barco dura aproximadamente 1 hora y 30 minutos.
No, el tour se realiza en terrenos privados sin otros barcos alrededor.
Sí, todos los pasajeros reciben protección para los oídos por el ruido del motor.
Los animales de servicio están permitidos en este tour por los pantanos.
No, no se recomienda para mujeres embarazadas.
Sí, hay opciones de transporte público cerca del lugar de partida.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en el centro de Nueva Orleans en un cómodo autobús, protección auditiva para el ruido del motor, un paseo guiado en hidrodeslizador por pantanos privados sin otros barcos — y muchas historias del capitán local antes de volver a la ciudad.
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