Camina por un jardín privado junto al mar en St. Petersburg con un historiador local, conoce pavos reales libres y sube al montículo indígena Tocobaga mejor conservado de Florida. Escucha historias de exploradores y culturas antiguas mientras tocas plantas nativas, con parking incluido y tiempo para preguntas o simplemente disfrutar la tranquilidad.
“Este montículo es más viejo que cualquier casa de la ciudad,” dijo nuestro guía, pasando la mano sobre una concha incrustada en el camino. No esperaba que un día en Florida empezara así — con el grito de los pavos reales sobre nuestras cabezas y el sol filtrándose entre las hojas de los banyanes. El sitio Jungle Prada no es lo que imaginas cuando piensas en St. Petersburg, la verdad. Está escondido detrás de unas casas antiguas, justo donde se supone que Narváez desembarcó en 1528 (tuve que buscar quién era después). Éramos un grupo pequeño, solo seis y el guía, que no paraba de soltar datos sorprendentes sobre el pueblo Tocobaga mientras caminábamos.
Me distraía el olor — algo salado, fresco, como lluvia sobre conchas viejas. El montículo es enorme, mucho más grande de lo que esperaba por las fotos, lleno de capas de conchas de caracol y whelk que crujen suavemente bajo los pies si pisas mal (como me pasó a mí). La familia Anderson lleva décadas cuidando este lugar; uno de ellos nos saludó desde el porche al pasar. Hay algo especial en ver la historia en el jardín de alguien, que la hace sentir más real — nada que ver con un museo.
En un momento, el guía nos dejó tocar algunas plantas nativas que usaban los Tocobaga. Las hojas eran más ásperas de lo que imaginaba. Bromeó diciendo que todos menos él pronuncian “Tocobaga” mal (yo definitivamente lo hice). Alguien preguntó por Álvar Núñez Cabeza de Vaca y su increíble viaje por América — ¿empezó aquí también? Increíble. Todavía recuerdo la vista desde la cima del montículo: solo árboles, agua y esos pájaros ruidosos pavoneándose como si fueran los dueños del lugar.
El recorrido guiado dura aproximadamente 75 minutos.
Sí, hay parking gratuito en el lugar, cerca de la entrada del tour.
El tour es accesible para sillas de ruedas; los caminos pueden ser irregulares por el terreno histórico.
No, no se permiten mascotas excepto animales de servicio.
Un historiador local acompaña a cada grupo durante el recorrido.
Sí, los niños son bienvenidos; los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carriola.
Visitarás un montículo indígena Tocobaga preservado, plantas nativas, pavos reales salvajes y aprenderás historia local.
Tu visita incluye parking gratuito en el sitio y un tour guiado de 75 minutos con un historiador experto, recorriendo jardines privados y montículos históricos, con tiempo para preguntas antes de volver al ritmo habitual de St. Petersburg.
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