Recorre las aguas de St. Augustine con un guía naturalista—observa delfines jugando cerca del barco, pelícanos y cucharones volando, y disfruta de vistas únicas de monumentos históricos desde el agua. Con bebidas del bar a bordo y relatos en vivo, te sentirás relajado y conectado con el lado salvaje de esta ciudad antigua.
Subimos al OSPREY justo cuando el sol empezaba a suavizarse, aún no hacía mucho calor pero ese aire pegajoso de Florida ya me pedía algo frío—por suerte, había bar a bordo (¿mimosas a las 10am? No juzgues). Nuestra guía, Jamie, tenía una forma de contar sobre el estuario que me atrapó de verdad—creía saber cómo era un pelícano hasta que me explicó sus aterrizajes torpes y cómo siempre pelean por los restos de pescado. El barco pasó junto al faro antiguo y se olía la sal y el protector solar, se escuchaban gaviotas peleando arriba. Intenté sacar una foto pero solo capturé alas moviéndose y mi propio pulgar en el encuadre.
No esperaba ver delfines tan cerca—aparecían justo al lado de la proa, persiguiéndose o tal vez cazando (Jamie dijo que hacen ambas cosas). Hubo un momento en que todos nos quedamos en silencio, salvo un niño que soltó un suspiro tan fuerte que asustó a su papá. Luego pasamos por el Castillo de San Marcos; Jamie nos contó sobre piratas y cañonazos (hizo su mejor voz de pirata—bastante buena, la verdad) y me di cuenta de cuánto de St. Augustine te pierdes si solo caminas por el pueblo. Desde el agua ves todo desde otro ángulo—literalmente—y de repente la historia ya no parece tarea.
Lo mejor fue cuando nos acercamos a la Gran Cruz cerca de la Fuente de la Juventud—la luz la iluminaba justo y por un segundo todo quedó quieto salvo el zumbido del motor. Alguien me pasó una bolsa de papas del bar y pensé lo raro que era lo perfecto que se sentía: sal en los labios, viento en el pelo, águilas pescadoras volando arriba. No sé por qué ese momento se me quedó grabado, pero así fue.
No, avistar delfines es común pero nunca seguro, ya que es vida salvaje real.
Sí, hay bar con cerveza, vino (incluyendo mimosas), además de snacks y refrescos a bordo.
Sí, cada salida la dirige un naturalista con comentarios en vivo.
Puedes llevar comida o bebidas sin alcohol; no se permite alcohol externo excepto en ISLAND BREEZE, donde sí puedes llevar tu propio.
Sí, hay mucho estacionamiento gratuito en el lugar.
Sí, el barco cuenta con baño para tu comodidad.
Sí, todas las edades son bienvenidas; los bebés pueden ir en cochecito o portabebés acompañados por un adulto.
Pasarás por el Faro de St. Augustine, Castillo de San Marcos, Puente de los Leones y la Gran Cruz cerca de la Fuente de la Juventud.
Tu día incluye estacionamiento gratuito en el punto de partida, comentarios en vivo de un naturalista local experto durante todo el recorrido, además de acceso al bar a bordo con cerveza, vino (incluyendo mimosas), snacks y refrescos—con baños disponibles para tu comodidad.
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